En una entrevista con el diario Clarín, la productora habló del proyecto y de cómo encara su vida después de ese doloroso momento. “Nunca tuve a Romina más viva en mí que desde que se fue”.
“El alma va atravesando como puede, unas veces mejor, otras no tanto y seguiré en ese camino hasta la eternidad. Las canciones me ayudan mucho, ahí se pueden decodificar muchas cosas. Y estar con jóvenes y chicos te da una sensación de aire fresco muy especial”, comentó Cris sobre el duelo por la muerte de Romina.
Pero a pesar de su vínculo con los jóvenes y su energía con el arte, confiesa que tiene “zonas oscuras”. “Estos dos últimos años las tuve más que nunca, de mucha tristeza. Por eso también la frase que anida en este proyecto es ‘Amame cuando menos lo merezco ya que es cuando más lo necesito’. Tenía necesidad de sentir amor en momentos en los que estaba totalmente confundida y aturdida”, señaló. Y agregó: “Digamos que empecé a renacer. ¿Y sabés qué? Creo que la vida es maravillosa”.
Sobre la idea de la muerte, dijo que en el momento que sucede es “desgarrador, inexplicable, insoportable”, pero que “como te dije antes, Ro está permanentemente conmigo. El vínculo de ahora es levantarme con ella y dormirme con ella. Y trabajar con ella”.
Los hijos de Romina y el aprendizaje
Cris contó que le lee a sus nietos libros de meditación sobre estrellas, cielos y árboles. “Sirven. Sueñas cosas bonitas. Eso me pasa con Azul, que acaba de cumplir 7 años. Hablo mucho con ella de cosas muy interesantes, de planos de la existencia… “.
Además reveló que los chicos hablan de la mamá, aunque “siempre buscado por ellos”. “Franco, el de 13, a veces me sale con preguntas que me descolocan y no siempre tengo respuestas. Yo aprendo mucho de mis nietos”, comentó Cris, que volverá a aliarse a su público, y con todo el amor de -y para- Romina.
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