“Me atrae mucho la idea de volver a verme 20 años después y de volver a ver una ficción tan bien hecha, que estuvo seis temporadas al aire. Pero, lo que más curiosidad me genera es qué pasa con el público. Estoy seguro de que la historia va a resistir el paso del tiempo”. El que habla entusiasmado es Luis Brandoni. Hoy, a las 19.15, Telefe repondrá Mi cuñado, la comedia que él protagonizó junto a Ricardo Darín y que se sumará a las repeticiones dePoné a Francella y Casados con hijos (ver El hit...).
Roberto Cantalapiedra (Brandoni) no sólo volverá a deleitar con sus enojos a esos televidentes que dos décadas atrás seguían la ficción, sino que llegará a nuevos públicos con esa simpática historia estrenada en 1993: luego de quedar viudo, Cantalapiedra conoce a Andrea Fornari (Patricia Viggiano), con quien se casa, intentando armar una serena y apasionada vida matrimonial.
Lo que Roberto desconoce es que ese mismo día recibe el peor regalo: la llegada de su cuñado, Federico “Chiqui” Fornari (Darín), su estigma. “Cantalapiedra era un personaje increíble. Un hombre formal a quien Oscar Viale, el creador, le regaló la imprudencia de hacerlo hincha de Boca”, se ríe Brandoni, conocido fanático de River Plate.
“Guardo programas de esa época en VHS (el viejo formato del videocasete). Recuerdo a ese personaje querendón al que le tocó ese cuñado que creaba identificación en la sociedad argentina. Había una permanente tensión entre los dos personajes y ése era el gran hallazgo”, juzga el actor que actualmente está haciendo temporada en Mar del Plata, con Conversaciones con mamá, junto a su amigo Pepe Soriano.
“Los diálogos entre cuñados eran jugosísimos. Y aquella era una forma de hacer tele distinta, con libros majestuosos. De Viale nos despedimos temprano porque lamentablemente se nos fue. Era un programa casi sin exteriores, el 90 por ciento se grababa en estudios”, recuerda Brandoni.
“Teníamos un elenco tan capacitado, que era un lujo: Nelly Prono, Henny Trayles, Cecilia Dopazo, Leonardo Vilches y tantos otros”, evoca con nostalgia.
A 20 años del estreno de “Mi cuñado”, ¿no hubiera preferido formar parte de una remake antes de que se apelara a una repetición?
La repetición es un recurso que encontraron los canales para la temporada de verano y en muchos casos da muy buenos resultados. Obvio que una continuación de ese programa sería lindísima, pero nunca se planteó. Sería maravilloso. Cierto que las segundas partes no llegan a provocar lo mismo: la segunda parte de (la película de la que formó parte) Esperando la carroza, por ejemplo, no fue igual. Pero yo no creo que una remake vaya en desmedro de nuestra actividad, ni que las repeticiones sean malas. Tengo un recuerdo maravilloso de Mi cuñado. Y estoy ansioso pensando en el efecto que puede tener hoy sobre el público. Después de todo, es el público el que decide.
La historia que hoy al atardecer volverá a aparecer en pantalla es, en realidad, la versión de la comedia Mi cuñado y yo (por el viejo Canal 13), que en 1976 protagonizaron, magistralmente, Osvaldo Miranda y Ernesto Bianco.