Guillermina Valdés dejó de ser considerada parte del famoso clan Ortega. “Ella fue parte de mi familia” señaló con precisión quirúrgica Julieta Ortega. De esta manera, fijó mediáticamente la postura familiar: “FUE”. Aunque en los hechos, Guillermina será por siempre la madre de Dante, Helena y Paloma Ortega, el enojo de Los Ortega es notorio.
Sin embargo, la relación entre Julieta y Guillermina se quebró unos días antes, tras una comunicación telefónica. Julieta y Guillermina se conocieron grabando un piloto para El Trece, en el año 98'. Siempre mantuvieron una amistad, hasta que Julieta supo la nueva relación y llamó enseguida a Valdés para volcarle varios cuestionamientos. Fue entonces que le recriminó el daño que le estaba haciendo a su hermano y apuntó: “¿Cómo podes salir con una persona como él?”. Ese fue el fin.“Hay tanto para decir, que mejor no digamos nada. Esto para él (Sebastián Ortega) fue una desilusión. Como hermana entiendo su dolor, que es el mismo que sentiría yo. Me duele porque mi hermano es un tipo muy noble con la gente. Guillermina es la mamá de tres de mis sobrinos. Fue parte de mi familia casi 14 años, por lo cual la respeto y le deseo lo mejor", sumó Julieta. Y con esta contundencia no sólo la “expulsó” de la intimidad familiar, sino también (por contraposición) señaló la falta de nobleza de su ex cuñada.
Algo similar había ocurrido en el verano. Tras las fiestas de fin de año en Necochea, su ciudad natal, la modelo frecuentaba con amigas el club de playa Sahara Bar, y comenzó una relación con el empresario rosarino Francisco Fernández Palma, amante de los deportes acuáticos, como el kite surf. Aunque se vieron un par de meses, este noviazgo no prosperó y Palma ni siquiera fue presentado a los hijos de Guillermina. Pero distinta fue la aparición de Ivana Figueiras, la nueva mujer de Sebastián, de la que Guillermina se enteró prácticamente por las revistas.Unas semanas atrás, cuando Guillermina intentó comunicarle su nueva relación (con Marcelo Tinelli) a su ex, no fue atendida por el productor. Sólo pudo hablar con su secretaria Micaela (en Underground), y jamás le respondieron el mensaje. Entonces, llamó a su ex suegra Evangelina Salazar, que consciente de lo que vendría alertó a Palito, y ambos le contaron a su hijo lo que sucedía.
Después de muchos años de ama de casa en el country de Pilar, Guillermina decidió retomar su carrera y este fue uno de los puntos de conflicto con su marido, que prefería que ella se quede en la casa criando a sus hijos. Así hablaba de su divorcio para la revista Para Ti: "No estoy peleada, sólo separada. Él es un gran hombre y somos amigos. Es raro porque por un lado tengo muchísimas responsabilidades y por otro disfruto mucho más la vida. Estoy en mi mejor momento como mujer”.Ivana, estudiante de Relaciones Públicas, comparte los fines de semana con sus hijos, y fue fotografiada por los paparazzis junto a ellos en las vacaciones de invierno en el sur argentino. “La mamá no puso ningún amparo en la Justicia para evitar esto”, señalan disgustados con la medida cautelar de Ortega, los amigos de la necochense.
Pero todo eso quedó atrás, y la polémica siguió vía Twitter. Consultada por el enojo de su ex, Guillermina contestó en su cuenta: “Yo tampoco lo entiendo. Casi un año... no un año, pero bastante tiempo. Gracias 'Uruguaya' (la usuaria que pregunto) por el pensamiento concreto y objetivo”. Y agregó: “No nos conocemos pero en esto pensamos igual”.
Ortega, en tanto, mantiene un estratégico silencio y nadie sabe como reaccionará cuando cuente su historia. Sebastián descansa en Estado Unidos, “relajado con su novia pero decepcionado con Marcelo y a su ex no la quiere ver ni en figuritas”, señalan sus amigos.
Ciudad.com