El triángulo entre la Casa Rosada, Tinelli y Telefe tiene su historia. Un año atrás, el empresario Cristóbal López, dueño de C5N y de una extensa cadena de casinos, colaboró con el Gobierno en las negociaciones para sacar a Tinelli de Canal 13, del Grupo Clarín. Una de las tantas batallas inútiles de esta guerra.
Por entonces, Tinelli ansiaba regresar a Telefe. Pero el canal trabó la incorporación, a pesar de los pedidos del secretario de Legal y Técnica de la Presidencia, Carlos Zannini. En el Gobierno quedaron convencidos de que la negativa estuvo influida por el rechazo a una lista de pedidos de la compañía. Telefónica enfrenta multas millonarias por su servicio de telefonía. A lo largo de las negociaciones, Cristina Kirchner se mantuvo al tanto, pero evitó interceder personalmente
La realidad es que aquel desacuerdo astilló la fluida relación entre el Gobierno y el canal. Y Tinelli quedó fuera del aire por un año. Poco después, Cristóbal López se asoció al conductor con la compra del 70 por ciento de Ideas del Sur.
El presente. Tras aquellos giros de la historia, el futuro de Telefe volvió a estar en manos de la Casa Rosada. Coincide en el tiempo con una suerte de resignación de la pelea del Gobierno con el Grupo Clarín. Tras el fallo a favor de la Ley de Medios de la Corte Suprema, la empresa se reservó herramientas legales para dilatar la venta de cada una de sus unidades. El grupo apuesta a terminar de negociar su futuro con el próximo gobierno. En principio resolvió que cualquiera sea el comprador, nunca será un empresario cercano al kirchnerismo. Antes prefiere dividirse entre sus socios, ya sean nacionales o extranjeros.
Desde su regreso fallido, Tinelli arrastra una cuenta pendiente con Telefe. Y recuerda las esperanzas incumplidas. Paralelamente, la ley permite a Cristóbal López incorporar un canal de aire. La visita del conductor a la Casa Rosada alcanzó para vincular un elemento con otro y sacar conclusiones. En el kirchnerismo reconocieron que la idea los entusiasma.
Pero para el Gobierno un enfrentamiento con Telefónica está lejos de ser gratuito. Se sumaría a lista de cruces con España, cuando todavía debe cerrarse el entendimiento con Repsol por la recuperación de YPF. Es un límite político para aquello que gran parte del mercado ya da por descontado.