La gente es un termómetro infalible. Y Pichu Straneo, quien forma parte del elenco de Complicados y que tuvo un año espectacular con Sin Codificar, es blanco de todo tipo de manifestaciones de cariño de parte de la gente que veranea en Carlos Paz. El humorista, que comenzó junto a Marcelo Tinelli, es parte de la nueva generación de artistas uruguayos que supieron pisar bien fuerte en nuestro país y que forjaron indudablemente el humor televisado con programas como Hiperhumor o Telecataplum. "No sé si ponerme como renovación, pero sí puedo decir que mamamos de esa generación y que nacimos bajo el aura de ellos. Aprendimos de los grandes como Almada, Espalter, Berugo, Redondo, Frade o Dangelo. Algo de ellos debemos tener, aunque cuando llegamos a Buenos Aires tuvimos que hacer una mixtura de humor. El humor uruguayo tiende a ser más sutil, no recibe muy bien la mala palabra o el gesto raro", explica Pichu con la timidez de los grandes.
-En la Argentina los aman. ¿En Uruguay entienden y respetan que hayan emigrado?-En Uruguay nos quieren mucho. Yo hice 15 años de carnaval allá y la gente que me conoce se pone contenta que me vaya bien en la Argentina. Y ahora con Sin Codificar, que empezó a emitirse allá, la gente está muy contenta de vernos. Son pocos los profetas en su tierra, yo lo único que sé es que me tienen mucho cariño y que yo trato de dejar bien alto la bandera uruguaya, aunque ahora soy rioplatense.
-"Sin Codificar" es un delirio, ¿están borrachos o medios locos?-¡Estamos locos! (ríe), aclaro que no tomamos estupefacientes ni bebemos nada. El único es Pachu, que se clava una cerveza de tanto en tanto en el scketch de la peña. Realmente estamos locos, pero locos por divertirnos, es una locura sana. Somos un grupo que se conoce de memoria, y eso ayuda mucho. Creo que una de las claves es combinar diferentes tipos de humor: el popular, el absurdo... a veces demasiado bizarro, e improvisar casi todo. La esencia es divertirse.
-Pasan a Telefe. ¿Acaso es el reconocimiento que les faltaba?-Muchos dicen que es un programa de culto, no sé si lo es, en todo caso bienvenido sea pero lo que nos preocupa a nosotros es que sea un programa de humor. Creció y cambió mucho el programa, comenzó mezclando humor con deporte y finalmente ganó el humor. El programa es muy potente en las redes sociales. En Facebook es impresionante, con 2,5 millones de fans es el programa más seguido en Latinoamérica. Casi Uruguay entero.
-Pasar a las "grandes ligas" supone un riesgo: ¿Perder la identidad tal vez?-Creo que, si son inteligentes, en Telefe van a dejar el formato como está. No necesitamos mucha producción. Seguramente estemos mejor posicionados al estar en el canal líder del momento, es re positivo y un gran paso. Pero sacarle la impronta no sería bueno.
-Sostenés que con la obra "Complicados" están en los primeros lugares de recaudación...-Y más todavía luego de las declaraciones de Miguel Del Sel con Jey Mammon, notamos que no nos dan mucha pelota. No existimos para muchos, pero nosotros estamos en el mismo pelotón con Viaje de locura y Los Grimaldi. No tengo los números específicos, pero estaremos cuartos o quintos. Creo que se nota en el boca a boca, cosa que es fundamental. Peter y Paula tienen todo un aparato por detrás, Nazarena está en todos los móviles y nosotros estamos olvidados por la prensa, pero por suerte no por la gente.
-Dicen que es "la temporada de la lágrima". ¿Vos cómo la ves?-Pensaron que iba a ser una temporada récord y no lo fue, es simple. Así son las temporadas, a veces mejores, otras peores. Esta es una temporada regular, ni más ni menos. A Stravaganza le va súper bien, y el resto estamos ahí.
-No pensaron llevar "Sin codificar" al teatro?-Yo le dije al productor nuestro que estaba seguro de que si veníamos nos iba a ir bárbaro. Sería una muy buena propuesta, veremos el año próximo.
-¿Qué podés decir de Yayo, el embajador cordobés del humor?-Yayo es nuestro Messi. Lo primero que admiro en él es su impresionante capacidad verborragica, y además es un tipo muy culto. Fijate que es licenciado en economía. Además de ser un excelente humorista es un gran compañero y mejor persona. Por eso, tenemos un grupo impresionante y la gente percibe que realmente la pasamos bien. No hay problemas de egos ni estrellatos. Es más, nos reímos porque nos peleamos para ver quién hace las cosas, somos unos vagaos y nos peleamos para que el otro haga las cosas. Yayo es un gran embajador de Córdoba y un gran amigo.
-¿Creés que volverás a conducir algo para chicos algún día?-Sí, estaría bueno. Habría que ver cómo, porque eso de los muñequitos no va más, son otros tiempos, más tecnológicos. Tal vez antes que en un programa podría pensar en una obra infantil. Igual, me gustaría que haya 10 ó 15 años más de Sin Codificar, porque es un placer, es como vivir en una isla. Si me dan a elegir, lo que quiero es que nunca se acabe Sin codificar. Me dijeron que estaba en una lista de Tinelli para el año que viene, pero no es lo que yo quiero. Estoy sumamente agradecido a Marcelo Tinelli, pero después de estar en Sin Codificar no quiero dejarlo por nada.
Celeste de alma"Jugué hasta la tercera en Racing de Uruguay. No soy Messi ni Cristiano Ronaldo, pero tengo una idea. Andaba bastante bien de 8, pero pusieron a uno que venía recomendado y me mandaron al banco. Veía que no era mejor que yo, y esos manejos me empezaron a deprimir. Esos tejes y manejes no me gustaron y fui dejando", cuenta Pichu luego de jugarse un desafío al fútbol-tenis contra su pequeño hijo en el Parador showBeach de La Voz del Interior."Soy muy futbolero y colecciono camisetas, tengo más de 200", cuenta.
-¿Cuál es la mejor que tenés?-Las tres más importantes son: una de Argentinos Juniors, roja con la banda blanca con la que debutó Maradona y está firmada por él. Una del Barcelona que me firmó Messi, y la celeste uruguaya firmada por el gran Enzo Francescoli. Pero tengo un montón más buenísimas, como una de Boca firmada por el mellizo, una de Belgrano que me regaló Yayo. Los dos tenemos la celeste en el alma.