¿Qué es para vos el nuevo libro que sacaste?
El libro es para mí el cierre de una etapa muy feliz, donde crecí muchísimo en medio de un equipo que hizo el programa lo que fue después en la televisión.
Un ciclo muy polémico en Argentina…
No sé si polémicos. No existe éxito que no haya levantado polémica para un lado o para el otro. Pero la polémica no la levantó la producción de Gran Hermano, justamente la polémica es lo que sucede alrededor. Mirá lo que sucede con el famoso video de Maradona, por ejemplo. ¿No? Es interesante el fenómeno de comunicación. Hace 11 años atrás Diego entró a la casa y les llevó cigarrillos, los tiró y eso lo vimos 10 millones de personas en vivo. Después alguien cuelga un video en Youtube diciendo que eso es cocaína. El tipo que sube eso no puede explicar por qué para él es cocaína. Ahora, si nosotros nos manejamos así, todos los temas van a ser siempre polémicos. No está mal que el flaco diga lo que quiera decir, el tema es qué espacio le damos y a quién. Nunca jamás voy a cuestionar a alguien que diga lo que sea. Pero si mañana digo que Adolfo Pérez Esquivel es el amante de Hillary Clinton y que toman caipirinha, vos lo vas a llamar a él para decirle “¿tus relaciones son polémicas?”. Lo digo por decir.
¿Y por qué se genera todo esto?
Todas las polémicas tienen que ver con fantasías que se generan alrededor, porque hay mucha fantasía. Una de las cosas que quise hacer con el libro es contestar a esas fantasías. Las cosas se hacen así, tenía ganas de contar cómo se hace de verdad.
¿Por qué creés que este año Gran Hermano bajó tanto el rating?
Porque es factible, son probabilidades como le pasa a cualquier programa. Pasa en todo el mundo. En España van por la edición 14° y vos hablás con ellos y te dicen que la séptima fue un fracaso, que la octava fue un éxito, etc. Hay muchos factores. Tiene que ver con el momento en el que sale al aire, con el casting, con la competencia, qué le pasa a la gente y muchas cosas. No es definitivo, a veces le va peor, a veces mejor. Yo produje seis ediciones. Cada vez que uno no era tan exitoso, preguntaban si era el final del ciclo. Después venía un éxito terrible y no decían nada, ¿entendés? A “Lobo” ahora le está yendo flojo y nadie se pregunta “¿es el final de la ficción?”.
¿En algún momento te replanteaste dejar de producirlo?
Sí, sí, claro. Lo cuento en el libro. Mirá la última página. No dejar de hacerlo sino que sentí que era un ciclo superado, una etapa superada. Ahí está mejor explicado.
En cuanto a los realitys en Argentina, sacando Gran Hermano, ¿Qué opinás?
Es el último género que llegó a la televisión, no es tan nuevo ahora porque tiene 10, 14 años. Si está bien hecho, es exitoso. Si no está bien hecho, no es muy exitoso. En ese sentido es igual que la ficción o que lo periodístico. Son cosas tan simples como esas.