Una se encarga de hacer dulces y golosinas mientras que la otra tiene como objetivo la producción de electrodomésticos. No obstante las empresas que son protagonistas de Dulce amor y Lobo tienen mucho en común.
Para comenzar ambas son parte de una tradición familiar que ubica en una posición de privilegio a sus dueños. Por su parte Victoria Bandi (Zampini) es la cabeza de Bandi, fabricante de golosinas así como Leopoldo Díaz Pujol se encarga de llevar adelante los hilos de Nix, elaborando electrodomésticos de todo tipo.
Teniendo en cuenta que las dos basan su trabajo en la producción, los operarios de planta son la excusa para que los protagonistas tengan los encuentros más furtivos y secretos, pero también los enemigos se vean las caras.
Aquí aparece la figura del villano que paradójicamente se encuentra dentro de los leales a la fábrica pero en realidad buscan otro objetivo. Lorenzo (Cernadas) es el novio de la protagonista de Dulce amor y tras la apariencia de un sabio hombre de negocios existe un hombre que busca fundir la fábrica.
En tanto Lisandro Díaz Pujol (Laport) es el hermano de Leopoldo y busca por todos los medios sacar a su hermano del negocio para quedarse con Nix, para esto cuenta con la ayuda de Rebeca (Saccone), la mujer de su hermano, con quien además tiene un affaire.
Al mismo tiempo, está la figura del galán que con sus diferencias, ambos se encuentran ligados recientemente a las fábricas, y su paso por las mismas no será silencioso.
Lucas Moreno (Gonzalo Heredia) es en realidad uno de los Díaz Pujol aunque su padre lo haya abandonado de pequeño por la profecía del lobizón. Él llega a Nix y consigue un lugar como diseñador y su buen desempeño se mezcla con su amorío con Ana Linares (González), la preferida de Andrés Díaz Pujol. Marcos (Estevanez) no es menos que el anterior, y también llegado desde un ambiente más popular, tiene un empleo en la fábrica Bandi como chofer y mientras desarrolla un buen trabajo, genera un estrecho vínculo con Victoria.
En ellas hay mucha producción, trabajadores que llevan adelante una empresa y gente que busca todo lo contrario. Pero antes que nada, hay fábricas de historias.