En esta ocasión, Mercedes Morán y Jorge Suárez serán una pareja que atraviesa una fuerte crisis al cumplir 25 años juntos y que afrontará ese conflicto en una fiesta sorpresa organizada por sus hijos.
La ficción gana puntos por su eje conceptual (el destape de la infelicidad que hay debajo de los festejos), el elenco heterogéneo de primeras figuras que pone en pantalla a actrices como Maria Onetto, y por los temas que no se han tocado en ficciones, como el Cross-dressing o la paternidad de parejas homosexuales.
El productor Pablo Culell habló del programa, de la competencia en la televisión actual y de Viudas e hijas del Rock and Roll, la nueva tira que saldrá a mitad de año por el canal de las pelotas.
-Dijiste que La Celebración tiene una forma narrativa diferente. ¿A qué te referís con eso?
-Es diferente a lo que comúnmente se está viendo hoy en la televisión. Estamos en una época donde lo vertiginoso es lo que está de moda. No es una crítica, es una realidad porque nosotros también hacemos esa televisión y está muy bien y me encanta, pero este ciclo se toma otros tiempos, tiene un lenguaje más contemplativo, más reflexivo, son esos programas para sentarse a mirar. Es un programa para descubrir desde lo narrativo y lo visual.
-Con Vecinos en guerra pasó que en principio parecía una propuesta diferente, no sólo desde lo narrativo (con planos con el punto de vista de la boca abierta de un paciente en el dentista), sino también en cuanto al género, incorporando acción y terminó desdibujada. ¿Qué pasa con estos casos?
-Mirá… Yo hace 20 años que estoy en la tele y uno siempre tiene que seguir el pulso de la audiencia, más cuando estás haciendo una televisión competitiva, comercial y más una tira diaria, que es lo que mueve la industria argentina o casi toda la industria latinoamericana. Pero los unitarios son donde uno se puede dar el lujo de tal vez se puede experimentar más. Eso no quiere decir que no lo hagamos en una tira dentro de cánones que hacen que el gran público se acerque, que es lo que uno necesita.
-¿En eso reside la diferencia con programa como estos promovidos desde el Estado?
-Claro. Casi que te diría que hoy, el unitario de estas características en gran parte necesita el subsidio del Estado, porque difícilmente las empresas privadas se jueguen a hacer este tipo de programas desde el lado de costo-beneficio. Este tipo de historias tienen otra mirada y tienen otro objetivo, que es meramente artístico y que permite mostrarle a otro tipo de público otro tipo de cosas que también se pueden hacer.
-En su momento he escuchado algunas críticas que dicen que los guionistas de Argentina no pueden “enganchar” tanto a la audiencia, como sí sucede con las series norteamericanas. ¿Coincidís?
-La verdad que no estoy de acuerdo. La industria norteamericana no hace tiras diarias, hace unitarios semanales o temporadas de 26 capítulos como mucho. Entonces a lo largo de 8 temporadas termina siendo la misma cantidad de capítulos que se hacen acá en una tira de un año. No es lo mismo preparar algo en esas condiciones. A ver, obviamente que hay más o menos talento, pero yo te puedo asegurar que tenés que tener mucho talento para escribir en un año una historia día a día. Yo admiro el trabajo que hacen los guionistas argentinos.
-¿Cómo sigue la producción de Viudas e hijas de Rock And Roll, que dijiste que iba a tener un espíritu de Graduados, con la identificación del público?
-Se está trabajando en eso, igual yo le trato de sacar el estigma de Graduados, que nos cuesta a todos porque lo queremos demasiado. Pero este es un programa que tiene identidad propia, es una comedia muy divertida y vamos a lanzar a Paola Barrientos como protagonista, porque creemos que es la gran comediante argentina de su generación.
-¿Quiénes más integrarán el elenco?
-Estamos hablando con Griselda Siciliani, Mex Urtizberea, Romina Gaetani, Damian de Santo, Fernán Mirás y Ludovico Di Santo, entre otros actores. Se graba a mitad de abril y estimo que se estrenará a mitad de año.
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