“Al ser la hija de la productora me aislé mucho de las situaciones cotidianas y también las otras actrices me aislaron mucho. No me enteré de todo porque no les conviene hablar enfrente mío. Al principio sufría los silencios y después me di cuenta de que me ahorraba disgustos”, explica sobre las peleas entre sus compañeras, y con Luisa Kuliok. “Con Luisa tengo la mejor, nos respetamos. Cuando pasó lo de mi salud fue la primera en llamarme. Yo diferencio las cosas con mi mamá”, argumenta. “En este medio si no tenés carácter, te pasan por encima. Yo he visto a mi madre cometer algunos errores y eso me ayudó a aprender. Lo viví de afuera y sé qué no quiero para mi vida”, aclara. “No iría a un programa a pelearme con otra persona porque a lo mejor digo cualquier cosa y después me querría matar. Me descontrolaría”.
2 mar 2014
Bárbara Vélez La mimada de mamá
“Al ser la hija de la productora me aislé mucho de las situaciones cotidianas y también las otras actrices me aislaron mucho. No me enteré de todo porque no les conviene hablar enfrente mío. Al principio sufría los silencios y después me di cuenta de que me ahorraba disgustos”, explica sobre las peleas entre sus compañeras, y con Luisa Kuliok. “Con Luisa tengo la mejor, nos respetamos. Cuando pasó lo de mi salud fue la primera en llamarme. Yo diferencio las cosas con mi mamá”, argumenta. “En este medio si no tenés carácter, te pasan por encima. Yo he visto a mi madre cometer algunos errores y eso me ayudó a aprender. Lo viví de afuera y sé qué no quiero para mi vida”, aclara. “No iría a un programa a pelearme con otra persona porque a lo mejor digo cualquier cosa y después me querría matar. Me descontrolaría”.
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