Fueron muy jóvenes, fueron poco conocidos por sus nombres propios -uno era el chico de Pelito, el otro, el hijo de Lolita Torres-, fueron compañeros de trabajo, fueron primos. Y hoy, a 22 años de aquellos viejos tiempos, dos de los tres personajes centrales de La banda del Golden Rocket (por el entonces Canal 13) son los protagonistas de las dos ficciones más vistas de la TV. Y, lejos de las épocas en las que había que echar mano a la referencia para presentarlos, ya tienen merecido peso propio. Han crecido. Tanto, que los caminos de Adrián Suar y Diego Torres superaron ampliamente los límites de la actuación. Pero, dentro de ella, de primos hermanos pasaron a ser rivales de rating.
Director de programación de El Trece, actor y productor, Suar es el Juan Cousteau deSolamente vos (a las 21.30, por ese canal), la tira con mayor audiencia en lo que va del año, que de lunes a jueves suele imponerse en lo más alto del podio.
Músico y actor, Torres es uno de Los vecinos en guerra (a las 21.45, por Telefe). Bautizado por los autores como Rafael Crespo, su personaje es clave en la historia ideada por Sebastián Ortega: marido de Mecha (Eleonora Wexler) y padre de tres criaturas, que ya en el primer capítulo se quedó sin trabajo. Y quedó atrapado en sus mentiras.
Que los dos ex primos de La banda del Golden... (el tercero era Fabián Vena) sean la cara visible de dos ciclos en competencia directa no es el único elemento que asocia a los dos programas. Con disparadores diferentes, apuntan, de alguna manera, a un mismo público que terminan repartiéndose: el familiar, con guiños para los mayores, atractivo para los adolescentes y gancho temático para los más chicos. De hecho, en cada una hay nietos, abuelos cómplices, jóvenes rebeldes -con y sin causa-, gente de 40 que transita su crisis de manual. Y, como para darle marco al planteo comparativo, el barrio desempeña un lugar clave en las historias.
En la de El Trece, hay una cuadra cualquiera de algún rincón porteño en la que se levanta el edificio en el que viven -en departamentos separados por una medianera (tal vez de apenas 15 centímetros, según refleja la poca aislación acústica de los respetivos livings)- Juan y Aurora (Natalia Oreiro), y en la que está, también, la peluquería que maneja ella. Una placa con el perfil urbano de las fachadas permite, en algunos bloques, introducir la situación que se desarrolla en esos interiores.
En la de Telefe, las escenas a cielo abierto ganan espacio, ya que el escenario convocante es un barrio cerrado de, supuestamente, zona Norte, con una calle que serpentea entre jardines y casas de clase media con ganas de más. Es un barrio con más chances de ser habitado realmente que de asemejarse a las típicas escenografías de ficción.
O sea, con o sin guerra, hay vecinos en uno u otro programa. Y hay, en esas “convivencias urbanas”, un interesante ingrediente para el relato, con la mezquindades, la solidaridad, los cruces de todo tipo y el chusmerío del caso.
Hasta ahí, los tópicos narrativos que emparentan, en un sentido, a las dos comedias, aunque cada una vaya por su lado: Solamente vos cuenta, con humor, el amor prohibido entre un director de orquesta recién separado, que va a vivir al departamento que le presta su mejor amigo, Félix (Juan Minujín), que queda pegado a otro departamento de él, en el que vive su amante (Aurora)... Y si bien el vínculo inicial entre Juan y Aurora se acomodó en la amistad, no tardó en llegar el amor, como tampoco tardaron los obstáculos.
Los vecinos en guerra gira en torno a un ex grupo de delincuentes -los personajes de Wexler, Mike Amigorena y Luis Ziembrowski- que, 20 años después del robo de una pieza valiosa, vuelven a cruzarse, con venganza y amores de por medio. Y, claro, las familias de todos como yapa.
Del Adrián y del Diego que Suar y Torres componían en La banda del Golden Rocket -estrenada a mediados del ‘91-, Juan y Rafa no tienen nada. Y eso que, en sus respectivas historias, los dos viajan al pasado para mostrarlos veinte años más jóvenes: a uno como miembro de una banda juvenil de pop/rock ( Los Colosales ) y al otro, como un hippie de los ‘90, un poquito más pelilargo que como estaba en La banda...Al Fabián (Vena) de aquel programa -que ofició de semillero de muchos grandes actores de hoy, caso Eleonora Wexler o Gloria Carrá- no le tocó la varita de coincidencia, para poder estar en pantalla al mismo tiempo que sus ex primos. Pero esa hora llegará en unos meses, cuando Telefe estrene Somos familia, la comedia que prepara Quique Estevanez y que marcará el regreso de Gustavo Bermúdez a la televisión.
Mientras tanto, que dos de tres estén como protagonistas de dos tiras que van a la misma hora por los dos canales líderes -de hecho empataron el mes pasado- ya invita a un juego de similitudes y diferencias, que se potencia, además, con un puñado de vínculos reales y de ficción (ver Los 10 cruces...) entre actores de un programa y otro.
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