-¿Qué tiene de especial este proyecto para la televisión y en lo personal?
-Vecinos en guerra tiene una imagen muy diferente de las ficciones que hoy tiene la televisión. Desde el punto de vista del lenguaje estético es distinto. No se parece a otras cosas.
En lo personal siempre es un abismo un nuevo proyecto. Uno no quiere repetirse y me importa mucho porque tiene sus riesgos. Por supuesto que nadie se va a morir, pero me gusta que el personaje se vaya armando entre las charlas, las lecturas, con lo que uno va pensando y también con el encuentro con los otros.
No planifico según lo que va a hacerle "bien" a mi carrera porque no estoy en una carrera. Trato de adivinar para donde quiero ir yo. No se que me aporta a mí, espero que me sorprenda algo de lo que yo haga, que es lo mejor que me puede pasar, un aporte mío que no apareció en otro trabajo. Me encantaría ser parte de un programa que sea bueno, que la gente lo valore y disfrute. Me gustan mis compañeros de trabajo, el director, la producción ni hablar. La mejor producción con la que yo trabajé en televisión. Cuando termine el año voy a poder decir qué me aporto de nuevo.
-¿Te importa el rating? ¿Estás pendiente de la competencia con la tira de Adrián Suar y Natalia Oreiro?
-Vi Solamente vos y me gustó. Por supuesto que quiero que al programa le vaya bien para poder trabajar con más tranquilidad, pero eso del minuto a minuto me parece demencial. No pertenezco a ese universo que está viendo el minuto a minuto y tiene la plata. No se cuanto vale un minuto de aire para anunciar, se lo que me atañe a mi, nada más.
El mundo del rating es un mundo que no me gusta porque tiene más que ver con el negocio que con lo artístico. No es muy lindo estar haciendo algo y saber que tiene que facturar. Entiendo que las reglas de la televisión son otras y formo parte de eso.
-¿Sentís presión por el éxito que fue Graduados y en particular con tu personaje de Dana, que se convirtió un poco en "La" madre de la tele?
-Yo no quería hacer ni de madre, ni de suegra, pero me convocaron para eso. Tampoco estoy de acuerdo con que las madres o suegras en la televisión no tienen vida propia y están en función del hogar, me parece una cosa muy antigua.
Siento presión porque tengo que estar a la altura de lo que hice el año pasado o superarlo. Quiero que sea un borrón y cuenta nueva. El riesgo de hacer algo diferente es que uno se puede equivocar y eso es lo más atractivo. Uno se mueve porque quiere conquistar algo.
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