De hijo de Nancy Duplaá en Graduados a hijo de Nazarena Vélez en una comedia de enredos en Carlos Paz. Gastón Sofritti recorre alternativas para su perfil de galán en ascenso, aunque se reconoce más cerca del perdedor que del héroe de la historia. Actor desde los nueve años, casi a punto de cumplir 21, tampoco sabe cuándo quiso dedicarse al oficio, que comparte con la vocación de músico y una estampa de ídolo adolescente que disfruta y sigue explorando.
En el verano será seminarista por una temporada en Los Grimaldi, la comedia que escribió y dirige Atilio Veronelli y en la que, además deNazarena Vélez, compartirá cartel con Georgina Barbarossa, Rodolfo Ranni, Diego Pérez, Jey Mammon, José María Muscari, Coki Ramírez, Barbie Vélez, Lucas Velasco y Julieta Bal.
-¿Por qué te interesó sumarte a este proyecto?
-Nunca hice este género, sí teatro, pero comedia musical y drama. Me parecía buena idea poder mostrar que se puede hacer tele y también otro tipo de personajes. La propuesta de entrada era rara, porque me sonaba a teatro de revista, pero no era así, y me ofrecieron hacer un papel muy bueno, muy distinto a lo que vengo haciendo. Además, salir de Buenos Aires en el verano no me viene mal, tengo ganas de salir a divertirme y pasarla bien.
-Nunca hice este género, sí teatro, pero comedia musical y drama. Me parecía buena idea poder mostrar que se puede hacer tele y también otro tipo de personajes. La propuesta de entrada era rara, porque me sonaba a teatro de revista, pero no era así, y me ofrecieron hacer un papel muy bueno, muy distinto a lo que vengo haciendo. Además, salir de Buenos Aires en el verano no me viene mal, tengo ganas de salir a divertirme y pasarla bien.
Soltero y con ganas de estar tranquilo, Gastón dijo hace poco que "sería tonto no aprovechar la fama para el levante", y en esa sintonía viene ajustando su antena desde que el personaje de Martín Cataneo apareció en su vida. "Este fue un año bárbaro, mi personaje enGraduados de entrada se veía venir que iba a tener mucha trascendencia en la historia porque está en el eje, fue creciendo de a poquito y le pude poner las cositas que pensaba que sumaban. El elenco, el equipo de dirección y la técnica me ayudaron muchísimo para que yo pudiera desarrollar a Martín, que si bien es bastante simple, no es nada fácil", dice, al final de una jornada de grabaciones y ya en las últimas semanas de rodaje de la tira que se quedó con la mayor audiencia de la temporada de ficción.
-¿Cómo te sentís con esta nueva popularidad?
-Lo disfruto, trato de relajar y divertirme. Por momentos es tanta la locura cuando estás en la tele que cuando no estás eso deja de pasar y es un poco raro. Son tantos cambios de golpe que uno después se marea. Entonces disfruto el momento, sé que aGraduados lo mira mucha gente y me doy cuenta en la calle cuando alguien te levanta el dedo gordo, te dicen que esperan ver el programa en familia, que les gusta y eso me pone muy contento, trabajamos mucho para hacerlo.
-Lo disfruto, trato de relajar y divertirme. Por momentos es tanta la locura cuando estás en la tele que cuando no estás eso deja de pasar y es un poco raro. Son tantos cambios de golpe que uno después se marea. Entonces disfruto el momento, sé que aGraduados lo mira mucha gente y me doy cuenta en la calle cuando alguien te levanta el dedo gordo, te dicen que esperan ver el programa en familia, que les gusta y eso me pone muy contento, trabajamos mucho para hacerlo.
-¿Te cabe el rol de galán?
-Es un poco una sorpresa para mí, porque no me veo de esa manera. Me veo más antihéroe que galán, pero parece que me tildan de galancito. Hay que tomarlo como un halago y disfrutarlo, está bueno, no me pesa, pero tampoco me quiero quedar en ese papel, que para mí es un poco limitado. Me encanta hacer diferentes cosas, hacer el malo, el bueno, el loco, pasar por todos lados como actor y no quedarme en uno, porque sería un poco molesto para alguien que le gusta hacer teatro y un poco de todo.
-Es un poco una sorpresa para mí, porque no me veo de esa manera. Me veo más antihéroe que galán, pero parece que me tildan de galancito. Hay que tomarlo como un halago y disfrutarlo, está bueno, no me pesa, pero tampoco me quiero quedar en ese papel, que para mí es un poco limitado. Me encanta hacer diferentes cosas, hacer el malo, el bueno, el loco, pasar por todos lados como actor y no quedarme en uno, porque sería un poco molesto para alguien que le gusta hacer teatro y un poco de todo.
-¿Te acordás cuándo elegiste ser actor?
-No sé si elegí ser actor. Fue como que se fue dando. Sí le pedía a mi mamá que quería hacer castings, pero como un juego. Después la carrera te va llevando para donde vos quieras ir. Si un día no querés hacer más nada, listo. Pero cuando te acostumbrás a estar, es difícil no estar, por eso hay que ir tranquilo porque tiene muchos altibajos, muchos momentos donde no vas a estar y otros en los que hay que saber disfrutar. Es así.
-No sé si elegí ser actor. Fue como que se fue dando. Sí le pedía a mi mamá que quería hacer castings, pero como un juego. Después la carrera te va llevando para donde vos quieras ir. Si un día no querés hacer más nada, listo. Pero cuando te acostumbrás a estar, es difícil no estar, por eso hay que ir tranquilo porque tiene muchos altibajos, muchos momentos donde no vas a estar y otros en los que hay que saber disfrutar. Es así.
-¿Tu vocación de músico va en paralelo o tira más fuerte el actor?
-Son vocaciones por igual. La música y la actuación van de la mano. No trabajo de músico, pero le dedico muchas horas y lo tomo como un hobby, quizá en algún momento pueda ser un trabajo. Disfruto tanto de las dos cosas que se terminan convirtiendo no en un trabajo sino en al que me gusta hacer, es divertido, y es más que un trabajo. Tengo dos bandas, División 89, de covers, y Kimera 9, en la que tocamos temas míos y del guitarrista. Escribo de lo que me pasa, creo que para escribir tenés que sentir algo, si no, no tiene sentido. Le escribo a las cosas que me van pasando, al amor, desamor, a la vida en general, la suerte, el destino. Es un poco de todo.
-Son vocaciones por igual. La música y la actuación van de la mano. No trabajo de músico, pero le dedico muchas horas y lo tomo como un hobby, quizá en algún momento pueda ser un trabajo. Disfruto tanto de las dos cosas que se terminan convirtiendo no en un trabajo sino en al que me gusta hacer, es divertido, y es más que un trabajo. Tengo dos bandas, División 89, de covers, y Kimera 9, en la que tocamos temas míos y del guitarrista. Escribo de lo que me pasa, creo que para escribir tenés que sentir algo, si no, no tiene sentido. Le escribo a las cosas que me van pasando, al amor, desamor, a la vida en general, la suerte, el destino. Es un poco de todo.
-¿Qué planes tenés para 2013?
-Hay proyectos, no puedo adelantar porque no tengo nada firmado, pero seguramente para Telefé y Underground, pero no quiero decir mucho hasta que esté el gancho puesto.
-Hay proyectos, no puedo adelantar porque no tengo nada firmado, pero seguramente para Telefé y Underground, pero no quiero decir mucho hasta que esté el gancho puesto.
Los Grimaldi
Desde el 21 de diciembre, de martes a domingos en el Teatro del Sol. Elenco: Nazarena Vélez, Georgina Barbarossa, Rodolfo Ranni, Diego Pérez, Jey Mammon, José María Muscari, Coki Ramírez, Gastón Soffritti, Barbie Vélez, Lucas Velasco, Julieta Bal. Libro y dirección de Atilio Veronelli.
Desde el 21 de diciembre, de martes a domingos en el Teatro del Sol. Elenco: Nazarena Vélez, Georgina Barbarossa, Rodolfo Ranni, Diego Pérez, Jey Mammon, José María Muscari, Coki Ramírez, Gastón Soffritti, Barbie Vélez, Lucas Velasco, Julieta Bal. Libro y dirección de Atilio Veronelli.
La Voz
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