Desde aquel personaje que la volvió popular -componía magistralmente a una chica con autismo, hija de Pablo Echarri y Leticia Bredice-, no había vuelto a trabajar en televisión “para poder parar un tiempo. En casa resolvimos así, para que yo no me canse tanto y hacer una vida normal”. Ahora volvió a la pantalla como Malena Miranda, una de las cuatro criaturas que quedaron al cuidado de Joaquín (Gustavo Bermúdez) -porque sus padres, supuestamente, murieron en un accidente- en Somos familia (a las 21, por Telefe).
“Como hacía bastante que no actuaba, me costó agarrar el ritmo. Cuando me vi en los primeros capítulos no me gusté nada... estaba flojita. Después ya me acepté sin problemas. Siento que estoy aprendiendo un montón con esta novela (que coprotagoniza Ana María Orozco), porque tiene un ritmo de trabajo muy rápido. Si bien empezó hace poco al aire, nosotros vamos por el capítulo 105, porque grabamos mucho el año pasado. La mayor diferencia con lo que hacía en El elegido es que acá tengo que estudiar texto y allá no, porque la nena no hablaba casi nada. Como tenía autismo, todo estaba puesto en la escena en sí y en los gestos. Ella tenía emociones muy fuertes”.
¿Te dejó alguna huella ese personaje?
No, porque yo ya sabía lo que era el autismo. En esa época estaba en el primario e iba a una escuela integradora (Siglo Nuevo) y había chicos que lo tenían. Yo los observaba para luego hacerlo lo más real posible: copiaba el movimiento de sus manos. También me fijaba en los gestos de una amiga que no lo tenía tan avanzado, pero lo tenía. Y vi videos de YouTube ... quise hacerlo con mucho cuidado.
A los 13, y ya con la mira puesta en segundo año (“no me llevé ninguna”), habla en un bar como una parroquiana más, lejos del modelo de los nenes prodigio. Unos metros más allá está su madre, Viviana, que sólo participa cuando Maite se lo pide para precisar algún dato. “¿Sabés qué pasa? Tengo una memoria muy corta. Hay cosas que me las olvido y no está bueno, pero mi mamá me ayuda siempre”, confiesa con una mezcla de gracia y ternura.
Con los datos que llegan de la otra mesa, tipo apuntador detrás del telón, entre las dos arman el camino profesional que hizo en los medios: “Empecé a los 7. Resulta que un día vi a un amigo de mi mamá, Furi , en un aviso de tele. Y le dije a ella que yo quería estar ahí. La volví loca hasta que otra amiga suya, que es vestuarista, no... ¿qué hace, má? (la madre contesta: “Trabaja en una agencia de casting” ). Bueno, necesitaban a una nena para una publicidad de patitas de pollo. Ella no me quería llevar, pero gané por cansancio. Después hice otras, estudié con Nora Moseinco y llegó el cine: filmé Mía, con Rodrigo de la Serna y más adelante grabé un capítulo de Lo que el tiempo nos dejó yEl elegido, los dos en Telefe. Y ahora me voy a Neuquén por otra película (verProtagonista)”. Antes de su estreno, seguramente, se la verá en un episodio de La celebración, el unitario de Sebastián Ortega.
Cuenta sin pudor que “en general soy medio vaga en la escuela, pero rindo más cuando estoy trabajando, porque el hecho de tener que estudiar la letra me lleva a estar concentrada todo el tiempo. En cambio, cuando estoy en pausa con la actuación, me cuelgo con el celular”. La madre asiente. “Y, sí, mamá, es la verdad”, le dice, buscando una complicidad que encuentra. Enseguida, enmarcada en su dulzura, vuelve a cambiar de interlocutor para compartir que “ella es una genia, me acompaña siempre. Y ahora se copó con que yo sea actriz”, suelta Maite, que, lejos del divismo de algunas niñas famosas, prefiere seguir moviéndose ante los periodistas como la hija de Viviana .
Te amo Maiteeeeee!!! genia total
ResponderEliminarQUE NOTA HERMOSAAAAA NO LA HABIA VISTO
ResponderEliminarQUE GENIA MAITE TANTO TALENTO QUIERO VERLA PRONTOOOOO
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ResponderEliminarte amo maite cuando volves ha hacer algo??? se te extraña!!!!
ResponderEliminarSofi Ruso
te amamos Maite queremos verte nuevamente en la teleeeeeee!!!!
ResponderEliminarDALE POR FA
BESOS GRANDES TE SEGUIMOS CON MI HERMANA
ROMI ♥♥♥