Es que Cris, despidió la primera temporada de su nueva ficción y revivió muchas emociones: "Logramos afianzar una web de manera increíble. Cumplí lo que me prometí, de llevar Aliados por cuánto lugar pudiese. Y cuando entré en el Gran Rex, pensé en mi hija. La sentí totalmente. En las luces, en las caras de los chicos. En la energía. Todo fue una graduación de luz. Es una sensación que no sé cómo explicarla", compartió en el programa de Fede Díaz, por Radio iRed.
"Cuando entré, quise irme, era un momento de confusión, de alegría, todo. Finalmente salí y me detuve a mirar al público y traté de metérmelos en la cabeza y en el corazón. Fue todo muy vertiginoso. Fue lindísimo", agregó sobre el capítulo final de Aliados que se transmitió desde el teatro.
Ahora llegará un merecido descanso antes de comenzar con la segunda temporada, que planea compartirlo en familia con su hijo Tomás y todos sus nietos.
"Soy una abuela medio rara, porque les propongo cosas distintas todo el tiempo. Pero mis nietos son mi motor para resolver un montón de problemas que no pude resolver con mis hijos, soy muy amorosa. Ser abuela y que te digan abuela es una gloria total".
En el plano personal, confesó que desde la partida de Romina, hace ya tres años, cambió muchísimo: "Sobre todo, las formas. Pienso en la posibilidad de cambio en todo momento. Me adulcé, me serené, profundicé cosas mías que no las había visualizado antes y me puse a trabajar mucho con María Cristina di Giácomi que hace el personaje de Cris Morena, el personaje de la televisión".
"Muchas veces me gustaría ser una desconocida. Siento que no tengo la libertad suficiente. Soy muy perfilo bajo, no me gustan las tapas de las revistas. Me guardo mi energía para lo que sé hacer bien", señaló.
Eso no significa que no trabaje su ego: "El Ego es lo que te permite avanzar en la vida y tiene todo... su luz y su oscuridad. A mí a veces el ego me traiciona".
Fue entonces cuando reconoció que siempre supo manejarlo, y que cuando sintió que quizás podía haber una confusión, en su etapa de conductora, se alejó de la televisión.
"Me encanta conducir. Es lo que más me gusta. Nunca se sabe si puedo volver o no. Por ahora no, me gusta estar en el detrás, creo que soy más creativa".
Por último, hizo una crítica de la televisión: "La televisión está como el mundo, confusa, alocada y poco creativa. Hay que dejar de pensar en el negocio y abrir la cabeza para correr el riego y proponer cosas nuevas".
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