Como dos gotas de agua. Surgidos del semillero de Cris Morena, Candela Vetrano y Gastón Soffritti trabajan juntos desde que tienen 11 años. Después de protagonizar varios éxitos para el público infantil sus caminos se separaron, pero, tal vez por esas cosas que tiene el destino, se volvieron a cruzar en Los vecinos en guerra (a las 22, por Telefé). En la tira son pareja, y como si las coincidencias fuesen pocas, también lo son más allá de la ficción.
En un mediodía soleado los actores almuerzan tras una mañana de grabación y repasan su historia. “Fuimos amigos en todas las tiras. Cuando hicimos tele juntos por primera vez, en Rincón de Luz, éramos muy chicos. Después sí, en Chiquititas hablábamos más”, cuenta Soffritti. Como suele suceder cada vez que habla uno, la frase es coronada por el otro: “En este caso (en Los vecinos...), es clave tener una conexión porque hacemos de pareja. O por lo menos se necesita que haya buena onda”, explica Vetrano.
Los dos estuvieron coqueteando con contar su romance desde hace varias semanas. Ante las preguntas de la prensa se limitaban a decir que eran “buenos amigos”, pero se notaba que había algo más detrás de esa amistad. Al verlos juntos, no es necesario ser muy astuto para notar que el amor traspasó la pantalla.
Cuando reciben la pregunta sobre la veracidad de su supuesto romance, Soffritti se queda callado, pero ella, con un poco de incertidumbre en su voz, responde que “sólo somos amigos” y agacha la cabeza. Después de unos segundos de silencio y de algunos cruces de miradas cómplices e incómodas, el hombre se da cuenta de que el acting no podía sostenerse y rompe el hielo. “Sí, estamos saliendo”, confiesa, con un poco de miedo por los reproches que llegarán en cualquier instante.
“¡No lo puedo creer! ¡No hablamos esto!”, le regaña, sorprendida y un tanto emocionada Vetrano a su pareja, mientras su rostro se torna bordó. Resignada, pero también aliviada por haberlo contado de una vez por todas, la joven actriz explica que no lo habían dicho antes porque “no hay que ‘quemar’ las cosas y salir a gritarlo por todos lados. Se armó mucho revuelo, después nos dimos cuenta que cuanto más lo ocultás es peor. ¡Encima no podemos decir que sólo nos estamos conociendo, porque nos conocemos hace como diez años!”.
Soffritti agrega que ya estaban “un poco cansados” de esconderse, y que en el último tiempo dejaron este tema librado al azar: hace poco subieron una foto a la red social Twitter en la que se los veía bastante cariñosos. Incluso, fueron juntos al teatro y a la cancha de San Lorenzo, club del cual él es hincha.
Los actores, que están en pareja “hace un mes”, se conocieron en el 2003, conRincón de luz. También compartieron elenco en Floricienta, dos años más tarde, y luego con Chiquititas. Ella siguió su camino con Casi ángeles y tuvo su papel protagónico en Supertorpe; mientras que él estuvo en Patito Feo y la exitosa tiraGraduados.
Pero el amor surgió recién una década después de su primer trabajo juntos, con la tira de Underground (la productora). En la novela, Vetrano es Paloma, una adolescente que vive todo lo que le sucede con la intensidad que caracteriza a esa edad; mientras que Soffritti interpreta a Lucas, un ex actor porno con un pasado un tanto oscuro. Casualidad, o no, en la ficción también tienen un romance (ver La primera vez...).
¿Cómo viven esta experiencia, considerando los grandes actores con los que trabajan en “Los vecinos...”?
Soffritti : Es como jugar en el Barcelona. Con todos los actores formamos un grupo muy bueno, nos llevamos excelente. Con gente de gran trayectoria como Hugo (Arana) aprendo algo nuevo en cada escena. Otros tienen una locura particular, como Mike (Amigorena), que me divierte mucho y me hace reír. Habría que hacer un programa con el backstage de todo lo que hace él detrás de cámara.
Vetrano : Al principio no lo podía creer, no era de cholula, pero es toda gente muy reconocida. Hoy en día es normal, pero a veces pienso y digo “¡wow, qué loco!”. Uno se imagina que va a estar acá, pero cuando lo vivís es increíble.
¿Les costó meterse en sus nuevos personajes?
Soffritti : Este personaje es distinto a todos lo que hice. Trabajé en Graduados, que era una tira que apuntaba al público adulto, pero mi personaje era un pibe que iba al colegio. Ahora soy una persona que tiene un pasado un poco más oscuro, él se comió la calle antes de que se lo comiera a él. Está buenísimo porque puedo demostrar que no sólo puedo hacer del “nene buenito”.
Vetrano: Fue un cambio radical a lo que venía haciendo, porque es la primera vez que hago una tira en el prime time (horario central), y es para público más grande. Me siento muy identificada con las cosas que le pasan a Paloma, porque yo también soy adolescente y he pasado conflictos con mis viejos. Pero no me veo reflejada en cuanto a la rebeldía que tiene Paloma. ¡Yo me sentí rebelde por hacerme un arito!
La joven actriz sabe que su personaje ya encontró su lugar en la tira y que el público se lo reconoce. Sin embargo, no olvida la telenovela que le hizo conocer la popularidad. “’Tefi’, mi personaje en Casi ángeles, fue una experiencia increíble en mi vida. Puede ser que haya quedado un poco ‘pegada’ con ella, pero no lo reniego”, asegura Vetrano, quien tiene “muchas ganas” de hacer cine.
Consultado sobre el rol de “galán” que se ganó en los últimos tiempos en la televisión, Soffritti admite que no se ve reflejado en esa figura. Ex pareja de Barbie Veléz, asegura que su personaje “es hasta un anti galán, es un actor porno medio loco, bastante bizarro. A mí no me gusta encasillarme en ese papel, prefiero pasar por varios lugares” (ver Información).
Más allá de la satisfacción de trabajar en la tira de Telefe, los dos tienen otros intereses que poco tienen que ver con su profesión (ver Vida más allá...). El actor, además, cuenta que es un apasionado del fútbol: “Con los productores de Los vecinos... jugamos siempre a la pelota. Marco Caponi a veces se suma: es un gran número nueve. Diego (Torres) amaga a venir, pero se borra”, ironiza.
La entrevista ya está por terminar y los actores tienen que volver al trabajo donde los espera una tarde de grabación. “Yo pago”, dice ‘el galán’. “No, no jodas”, le responde su pareja y le impide abrir su billetera. El hombre insiste un poco más pero, resignado, exclama: “¡Me hacés quedar mal!”
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