-¿Cómo es el proceso de escritura de una ficción diaria como Vecinos en guerra?
-Es un proceso bastante largo. La idea vino de Sebastián Ortega a partir del personaje de Eleonora Wexler y de ahí se fue completando la imagen hasta llegar a Vecinos en guerra. Uno conoce la mecánica, somos el mismo equipo que hicimos Graduados junto a Silvia Frejdkes y Alejandro Quesada, y es un proceso de mucho trabajo, muchas horas. Cuando finalmente lo ves es muy enriquecedor. La televisión da la posibilidad de ver lo que escribiste rápido, corregirte, mejorarte.
-¿Sintió alguna vez que muchas cosas que escribió no se terminaron de plasmar en la pantalla?
-La idea es que la producción y nosotros estemos de acuerdo en qué tipo de programa queremos hacer. Si no lo conseguimos vamos de nuevo, como cuando reescribís o vas de nuevo desde una dirección o una actuación. Hay una alquimia de cosas. No vale tener una imagen y no saber para que actor la estás escribiendo, cómo le va a caer y qué se genera entre sus compañeros de elenco.
-¿Qué ficciones que están en pantalla le gustan y qué siente al tener que salir a competir?
-Vi Combatientes y me gustó muchísimo. La hacen unos pibes muy jóvenes y tiene una seriedad, un carácter. Me encantó. Veo muchas cosas que me gustan.
En cuanto a la competencia, es parte de la industria. No me gusta la televisión tan dura pero si a la gente no le gusta, no le gusta . Hay una medida muy clara en la televisión que va más allá de Ibope que es lo que pasa en la calle con la gente, uno lo ve y lo siente.
-¿Cree que es una buena época para los autores argentinos de televisión?
-Es una época donde nos ningunean bastante a los autores argentinos, estamos bastante ocultos. Hubo una época donde lucían más nuestros nombres con los programas de Migré o de Hugo Moser. Los programas ahora son más de los productores, la producción independiente es la que maneja el negocio. Creo que en nuestra televisión estamos preparados para más industria, más telenovelas.
Son un poquito lerdos los productores. Pasan los años y la gente de venta internacional nos dicen "hágannos algo comoMuñeca brava" porque les gustó mucho. No hay un valor de lo que es tener un buen libro, hay que explicarlo siempre. Eso es lo bueno de Vecinos en guerra, no es el programa de uno solo, es un cuento, tiene una impronta propia que no se parece a nada.
-¿La gente valora las historias originales?
-Yo lo valoro y se de gente que también lo hace. Se que hay gente que quiere ver lo mismo y algo de eso hay. La gente quiere ver lo mismo, pero distinto. Esa es la ecuación: quiero saber qué se me está contando, pero quiero que me lo cuenten de otra manera. No puede haber duda de cual es la pareja, por ejemplo.
Twitter se volvió una red de opinión, que siempre existió, pero uno ahora lo puede registrar. Recuerdo cuando Nancy Dupláa en Graduados le decía a Luciano Cáceres que su hijo era de Andy Goddzer, es decir Daniel Hendler, y alguien tuiteó "en mi edificio todo el pozo de luz dijo nooooooo". Me lo imaginé como una escena y no hay nada que genere la conexión que da la televisión.
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