Por estos días no tiene paz. Los fans de TeenAngels le escriben por Twitter y hasta la amenazan por la calle al grito de “Dejá de meterte en el medio”. Es que Lola (Eva De Dominici) está en el medio de Lucas (Nicolás Riera) y Brenda (Rocío Igarzabal) en Dulce amor (Telefe) y hace peligrar a la pareja de rubios que los adolescentes adoran. A los 17 años, esta tercera en discordia de ojazos verdes, es una de las revelaciones de la telenovela. Y tiene en claro que lo suyo es la cámara: “Estoy donde toda la vida quise estar”.
De Dominici es en realidad Eva Carolina Quatrocci. Adoptó ese apellido artístico en homenaje a su abuelo Arturo, “el primer fan”, a quien “divertía con shows disparatados” en la escalera de su casa. Nació en Avellaneda, se crió en Lanús, y a los ocho años se anotó en un curso de teatro del Centro Cultural San Martín. Por aquel entonces se animó a la publicidad y debutó en un comercial de manuales escolares en el que pasó la prueba de fuego: dar su primer “piquito” a un niño.
“Mi entrada a Dulce amor superó mis expectativas. La gente se creyó la historia y ahora me preparo para un nuevo desafío, Lo dijo papá (una suerte de remake deGrande pá!
, con Gustavo Bermúdez)”, cuenta exultante. “Ni había nacido cuando la emitían”, se ríe.
Quatrocci se inició en Chiquititas , en 2006, y cobró notoriedad en Patito feo como la mejor amiga de Laura Esquivel, “una popular” bondadosa y enemiga de “Las Divinas”. “Chiquititas fue lo que esperé toda mi infancia. Y las giras de Patito por Latinoamérica me alegraron el alma. Fue un furor. Creo que no nos quedó lugar del continente por recorrer”.
“Lola es vista como una villana, pero esa no era la idea inicial. Es una chica llegada de Necochea que sueña con estudiar comedia musical y se enamora de Lucas sin saber que él tiene novia. Después, cuando se entera, ya no le importa nada. Pero le falta afecto. Eso lo explica todo”, analiza.
El premio de su presente le llega después de meses de estudio con Julio Chávez e Inés Estevez y de cursos en la Fundación Julio Bo-cca. Este año, a Eva la televisión le demandará tanta dedicación, que planea terminar el secundario a distancia. “No quiero otra cosa más que esto. Es cierto, me pierdo algunas cosas de la escuela, pero lo decidí y soy responsable por lo que elijo. ¿Y sabés algo? Hasta me subieron las notas desde que actúo. Eso pasa porque estoy muy feliz”.
Clarín
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