Un final a todo escape

¿Acaso esta historia tendrá que terminar tal como empezó? ¿Acaso el destino de Mecha sea el de vivir escapando, aunque se haya instalado durante veinte años en una tranquila armonía familiar? Esta noche (a las 22.45, por Telefe) termina Los vecinos en guerra, la tira de Underground que protagonizaron Eleonora Wexler (como Mecha), Diego Torres y Mike Amigorena, quien se bajó al promediar la ficción.

Es que la historia real de la tira que se propuso como sucesora de Graduados (el éxito de 2012) tuvo casi tantos vaivenes como las de sus personajes. Empezó como una comedia delirante, con un toque de policial bizarro: una pareja de ex ladrones de guante blanco (Wexler y Amigorena), se reencuentran muchos años después, cuando él sale de la cárcel y va en busca de ella, quien en la creencia de que él ha muerto, armó una nueva vida con una nueva identidad, y es la feliz esposa de Rafa (Torres), ama de casa convencional, con tres hijos, una suegra difícil de soportar y tres amigas-vecinas de barrio semi privado. Para estar cerca de Mecha, el hombre arma una familia de mentira, con actores desocupados, y se muda a la casa de enfrente. Toda la primera parte de la tira, entonces, transcurrió en el ida y vuelta de mentiras que están a punto de ser descubiertas, en una suerte de vodevil de la lógica, donde nada de lo dicho era verosímil, pero todo el mundo se lo creía.

Fue una apuesta arriesgada, original, que quizá no terminó de cuajar por la debilidad de la mayoría de los personajes (independientemente del esfuerzo de algunos actores), entre los cuales sólo se recortó en el “boca a boca” Reina, la travesti que hizo Juan Pablo Geretto.

Y el rating no acompañó en la medida de lo esperado. Como ya había hecho Underground con Botineras, otra vez la comedia viró a drama puro y duro, y los elementos de policial bizarro devinieron en la aparición de un psicópata.

Entonces mataron al personaje de Amigorena, al de Mónica Antonópulos y entró un abogado malísimo, en la piel de Juan Gil Navarro. Le hizo toda clase de daños a la familia de Mecha y Rafa, y a ellos mismos, hasta que terminó muerto él también. Ahora Mecha enfrenta las consecuencias de su pasado. Y está prófuga... tal como comenzó la historia. Sólo que ahora, hasta tiene una nieta, la beba de su hija Paloma (Candela Vetrano) y fuertes vínculos afectivos que cuidar. Ya intentó huir sola, engañando a sus seres queridos para que no la siguieran en una aventura incierta, pero terminó regresando. Ahora la policía anda nuevamente tras sus pasos, mientras Rafa la espera en Brasil. ¿Se entregará para salvaguardar la paz de su familia? ¿O seguirá escapando, libre, pero sola?