El muro infernal, Minuto para ganar, e incluso Celebrity Splash. Todo eso centrifugado, con la diferencia de que es verano y que al público acalorado no le sobran las propuestas de programación de este estilo. Anoche comenzó La nave de Marley (a las 21.45, por Telefe) y desde el minuto uno la pantalla se encendió de color, morisquetas, bloopers, peripecias y disparate.
La nave... tiene todos los condimentos para que más de uno quede hipnotizado: la secretaria bella que comete furcios (“Marley me abducieron”, dijo Noelia Marzol mientras él le explicaba que se dice “abdujeron”), el humorista capaz de parodiar en modo grotesco a la dama del programa (Jey Mammon), el remador que sostiene al conductor (Nazareno Móttola), los ocurrentes relatos de Osvaldo Príncipi y, sobre todo, la impunidad del grupo de hacer cualquier cosa con tal de divertir.
Como si fuera un viaje de egresados, el recorrido que propone el ciclo puede disparar a los rincones menos esperados. Ayer, por ejemplo, un extraño experimento sostuvo la emisión: en una pileta de 4.000 litros de agua y 4.000 kilos de fécula, Marley intentó demostrar con un bate de beisbol qué pasa cuando la fécula es revuelta o qué ocurre cuando se le dan palazos: terminó enchastrado.
El debut abrió con ‘El juego del pepino’ , cuya misión era que el participante llevara un pepino en la boca (con el doble sentido que eso significa) e imitara distintas formas de sostenerlo. Mientras, Marley se paseaba con traje de astronauta y la locutora lo definía: “El nabo de esta nave”. El hombre explotó astutamente su torpeza y mostró que para pensar formatos no tiene un pelo de tonto...
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