Se hizo famoso siendo el pibe que se caía feo en la cámara oculta llamada La peor clase de tu vida, en Videomatch. Luego, hizo un magazine en Canal 9, llegó la crisis de 2001 y un exilio laboral en México, donde trabajó en un circo. De vuelta al país, ya en Telefe, estuvo en El muro infernal, AM, Justo a tiempo y 3, 2, 1 ¡a ganar!
La apuesta fue siempre la misma: un humor físico, de caídas, casi sin texto, aprovechando su oficio de acróbata, que aprendió en una escuela de circo. Este año, se afianzó como el Rebo 4 en Peligro, sin codificar (martes, miércoles, jueves y domingo, por Telefe), ganó la final de Celebrity Splash (ver La celebridad...) y se convirtió en asistente de la diva en Susana Giménez (lunes a las 22.30, por Telefe). Sigue con las funciones de Más respeto que soy tu madre, donde hace del hijo de Antonio Gasalla.
“Como tengo una cultura de laburar y laburar, estoy muy feliz y creo que éste es mi año más completo”, dice Nazareno, que arrancó en Videomatch en 1998. Ahora, su mayor exposición está en el programa que conduce Diego Korol, que se convirtió en el caballito de batalla de Telefe. Dice que para él “el programa es una escuela de humor”.
“Con los chicos ya nos conocíamos de la época de las cámaras ocultas en Videomatch. Este año, tuve más participación que en otras ediciones. Son gente muy grosa y me pone contento estar al lado de ellos, porque además son buenas personas. Da la sensación de que todos los delirios son válidos. Por eso me fui animando a tirar bocadillos”, reconoce desde su timidez.
En el programa de Susana Giménez, donde hace el papel de un ‘Susano’ humorístico, Móttola también fue ganando su lugar. Cuenta que la conductora le dice constantemente: ‘ ¡Dale, Naza, metete!’.
“Me fui soltando porque ella me dio lugar. Cuando hacés humor y estás al lado de grandes estrellas como ella, es normal que al principio estés un poco tímido y no quieras tirar bocadillos de más. Pero ella fue muy solidaria desde el principio”.
Móttola se formó en la Escuela Municipal de Circo de Berazategui. Y asegura que le debe todo a esos cursos, que le interesaban mucho más que la escuela secundaria. Alguna vez contó que se rateaba para hacer los dos turnos de talleres. “El circo me dio todo lo que soy ahora. Es la base de una formación que quizá es diferente a la de otros colegas. Cada uno tiene un humor particular y esta cosa física que yo hago gustó, por suerte. Nunca estudié teatro, pero me dan ganas de empezar. También creo que trabajar con toda esta gente es un aprendizaje constante”.
Ahora se viene la temporada del verano. Más funciones con Más respeto que soy tu madre. Y quizás algún proyecto en Telefe para el verano. Móttola se cae mucho en la tele, pero su carrera sigue de pie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario