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7 jul 2013

Campanella: “Quiero que ‘Metegol’ sea la película que más gente llevó en la historia del cine en la Argentina”

¿Jugabas al metegol?
Sí, mal. Como al fútbol. Pero jugaba.
Aunque ahora está en estado como para jugar un picado (tres veces por semana hace ejercicio con su trainer , se cuida en las comidas), Juan José Campanella siempre reconoció que de fútbol mucho no sabe. Y ante el próximo estreno de Metegol, en animación y en 3D, con futbolistas de metegol que interactúan con Amadeo, un eximio jugador, dice que “no es una película sobre metegoles, ni siquiera es una película de fútbol. Es sobre todo una historia de superación”. Mientras, ataca una ensalada fresca con camarones, y no gambetea el tema. Ni tira la pelota afuera. Y, antes de que los tanques de Hollywood lo marquen, avisa: “Quiero que sea la película que más gente llevó en la historia del cine en la Argentina”.
Tras el éxito y el Oscar por El secreto de sus ojos, había expectativa por cuál sería su próxima película.
¿Qué te decidió a hacer animación?
Hace rato que tenía ganas. La animación me gustó siempre. Un año antes de El secreto... me llama Gastón Gorali, que es el productor que generó la película. El había comprado los derechos del texto de Fontanarrosa, Memorias de un wing derecho. Y con toda ingenuidad pensamos que con dos millones de dólares hacíamos una película de nivel Pixar. La única manera era una coproducción con España y con una película que tuviera proyección internacional.
La película costó US$ 20 millones y en vez de un año te tomó tres.
No fueron errores de ejecución sino de nuestro cálculo. Tres años es lo que se necesita para hacer una película así. Nosotros pensábamos que los yanquis son unos boludos, y que en realidad ellos gastan mucho tiempo rehaciendo las cosas. En estos tres años vino a visitarnos mucha gente de la comunidad de animación mundial, que es muy chica, y siempre que venían, por convenciones a la Argentina, querían ver nuestras oficinas. La mitad de los animadores de Hollywood no son americanos, y les encantaría hacer algo con el fútbol.
¿Qué se puede cambiar una vez que tenés el guión y te lanzás a animar?
Lo más angustiante para mí como director de cine que viene del vivo es que se empieza al revés. Se empieza con el montaje. Vos montás la película en base alstoryboard , después grabás las voces y junto con las voces y el storyboard la armás como si fuera un cinegraph. Y ahí tenés que calcular, los tiempos de corte, parecen los dibujos de la Marvel, cuando éramos chicos ( queda en un gesto como congelado en el aire ) y eso es lo más dificil.
¿Cuál era tu inspiración?
Era Beethoven componiendo sordo, sin escuchar la música que estaba componiendo... Recién a los dos años empezás a ver las cosas con texturas, con piel, con color. Y ahí dije: está bien.
¿Y el modelo a seguir?
Nuestro modelo técnico era Número 9, la que produjo Tim Burton, por ese presupuesto. Y logramos textura de 3D, de nivel técnico internacional, con dos limitaciones muy fuertes que no estaban en el guión, y que son grandes masas de pelo y de agua. Nosotros no podemos hacer ni Valiente ni La Era de hielo. Pero si no había agua ni pelos, todo lo demas podíamos hacerlo como DreamWorks y Pixar.
¿Te molesta lo irreal de la mirada de los ojos de los personajes?
En el diseño de personajes animados, el humanoide falla. Andy es lo más feo de Toy Story, entonces ¿cómo hacer que estos humanos caricaturescos no sean humanoides, pero que a su vez puedan tener expresiones humanas? Tuvimos diferencias creativas con Sergio Pablos, el creador de Gru de Mi villano favorito, que es uno de los dos directores de animación de Metegol. Yo le mostraba Otello, de Orson Welles, y tratábamos de decodificar los movimientos. Porque esto es puro movimiento de músculos. El era más de escuela Disney. Lo real es la actuación. Alguna escena la hicimos como veinte veces hasta lograr esa sutileza. Lograr lo chiquito es lo difícil. Y eso es lo que compensa con lo de los ojos. Hay momentos en los que me olvido que son personajes.
Campanella dice que se metió en Metegol sin saber varias cosas. “No sabíamos que iba a a haber complicaciones, que iba a exceder la capacidad de computación del país. No sabíamos que no nos iban a dejar importar equipos. No sabíamos que se nos iba a cortar la luz una vez cada cuatro días, que estábamos en Núñez y el agua iba a entrar al estudio cada vez que llovía fuerte”, como ejemplo.
¿Por qué los colores de la camiseta, blanco y verde?
Ahora aparece en Twitter que son los de Aldosivi... Ja, entonces vamos a dejar como que es un homenaje. Obviamente queríamos evitar el Boca vs River, queríamos que fueran rayados y lisos, para que fuera una cosa de gráfica fuerte. Y queríamos una camiseta que no existiera. Casi toda la película era de noche, y queríamos un color que resaltara. Es un desafío hacer una película para chicos casi toda de noche.
Definís a “Metegol” como una película para chicos.
Yo creo que es para chicos de 8 para arriba. Tiene mucho humor para adultos, muchas referencias de cine para nosotros, hasta tiene dos planos copiados de Bergman, de El séptimo sello y Cuando huye el día.
El vocabulario que usan los jugadores, parece que hablaran como lo harían nuestros padres.
Tratamos de tener un lunfardo atemporal, Salchichas con puré lo siguen diciendo los chicos. Bueno, Fede (su hijo) porque la aprendió de mí, hay algunas cosas que se transmiten...
Pero está plagado...
Sí, fijate que alguien de nuestra edad puede decir que los futbolistas de metegol están basados en Luque y en Tarantini, y otros te dicen Valderrama, y los pibes te dicen otros de ahora, porque siempre hay un new age, y hay uno que te habla en tercera persona, son como personajes muy arquetípicos. Nos cuidamos de que no sea alienígeno para los pibes, pero que también gocen los padres. El diseño del metegol, que los jugadores venían con las dos piernas abiertas, es muy de mi infancia. Ya en los ‘80 venían con las piernas cerradas, y ahora son símbolos fálicos, ya no son ni jugadores.
Está bueno que los personajes hablen en argentino, no en neutro.
Hay un debate en Twitter y Facebook, que no lo esperaba. ¿Cómo es que osamos poner voces en argentino? Yo que me crié viendo a Hijitus y Larguirucho, les contesto ¿se imaginan a Pucho hablando en mexicano? No puede ser.
“Los increíbles” tuvo una versión doblada al argentino.
Bueno, pero se basan en una experiencia fea, pero esto es original y el hecho de que sea original nos da muchas ventajas. Primero, que las voces se hacen antes de la animación. Segundo que yo las grabé distinto de como se graban normalmente. EnToy Story tenés a Tom Hanks, que graba todos sus bocadillos él solo y se va, y en dos días viene Tim Allen, graba lo suyo, se va. Acá tuvimos durante dos semanas un estudio que era grande como este restaurante, y lo hicimos como sala de ensayo. Incluso teníamos un tubo gigante con pecheras donde atábamos a los actores cuando estaban en el metegol. Lo tengo todo filmado, va a estar en el DVD. Y grabamos toda la película en orden, los tipos interactuaban, improvisaban, se pisaban. Mucho del personaje del Loco que hace (Horacio) Fontova, surge a partir de las imprevisaciones que hacia El Negro para zafar de olvidadas de letras.
¿Cómo elegiste las voces?
Pasó todo el mundo por el casting, hasta gente que no me atrevería yo a llamar. Vinieron. Diego Ramos es El Grosso, el malo; Pablo Rago es El Capi; El Beto es Fabián Gianola; el manager, Miguel Angel Rodríguez. El casting no fue por nombre. Es un elenco multipartidario. Y nos dio que Amadeo y Laura, los protagonistas humanos, eran dos desconocidos para el público, David Masajnik y Lucía Maciel.
En medio de tantos “tanques”, ¿cómo posicionás a la película?
Hoy, si empezás a pensar en la competencia, tenés que estrenar un 12 de diciembre. Siempre tuvimos la confianza, fijate que nuestra fecha original era salir el mismo día que
Monsters...
Yo estaba ansioso por esa fecha.
¿Qué expectativas tenés?

Yo quiero que sea la película que más gente llevó al cine en la historia del cine en la Argentina.
Hasta ahora es “La Era de hielo 4”.
Sí, y encima es mala.
¿Entonces “Metegol” es peor, que va a meter más gente?
Yo le tengo muchísima fe, va a sorprender. Nos hemos encontrado con caras de descreimiento, con medias sonrisas, con gestos de éste está loco.
Nosotros sabemos que tenemos una pequeña diferencia, que es ser un poquito más picante que lo que se permite el cine americano. Más de doble sentido. No lo tenemos, pero pudimos haber tenido un personaje que fume.
Si Pinocho fumaba, ¿por qué no?
No pusimos uno que fume porque no se justificaba. Mirá las tetas de la tía Juana, no sé si esa toma cuando ella va a cambiar la camiseta la harían en Pixar.
Amadeo se llama como el personaje de Eduardo Blanco en “Luna de Avellaneda”, que arreglaba metegoles... Acá es la defensa del pueblo, como del club de barrio.
Sí. Pero recién me di cuenta como al año que Metegol es emocionalmente Luna de Avellaneda para chicos.
Le pusiste la voz a varios personajes.
Son personajes que tienen uno o dos bocadillos. Los dos viejos que hacen palabras cruzadas en el bar, el policía, el Lechuga, el que grita, al técnico que dice “este partido es aburrido” lo hicieron igual a mí...

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