Virginia Lago irrumpió en las tardes televisivas con su propio estilo para presentar diferentes films por la pantalla de Telefe. "Aquí no hay personaje, no tengo máscaras", dijo la actriz al diario Crónica.
Calle Corrientes. La vorágine está por quedar atrás en un día que expira. Las expectativas, los sueños, las frustraciones tienen una mirada retrospectiva y se anidan en las almas de los caminantes a perpetuidad de esa arteria que nunca duerme.
Las librerías de usados, ritos de insoslayable atención se codean, por otra parte, con las pizzerías y sus promos. Las dos porciones de muzza (o dos empanadas) y el moscato en la barra se erigen en un clásico cada vez más nuestro. Y el teatro, con sus salas comerciales y el off, siguen dando vigencia de un aporte cultural único. En el Apolo, ex Lorange, se puede apreciar “La mujer del domingo” del autor inglés Ted Willis, con las actuaciones de Virginia Lago, Claudio García Satur, Laura Novoa,Felipe Colombo y Laura Bove.
Virginia Lago, en una confitería aledaña, se apresta a charlar con el diario Crónica. Es la presentadora de un ciclo muy especial: “Cine de la tarde”, que va por Telefe y que se ungió en un verdadero (e impensado) éxito. Profesional y rigurosa en los horarios, Virginia nos brinda su tiempo antes del ingreso a camarines.
La actriz, que también realiza la dirección de “La farolera” en el Teatro San Martín, sobre textos deMaría Elena Walsh, está muy contenta con la historia que desarrolla “La mujer del domingo”.
“Tiene que ver con la traición, con el engaño, pero evitando la pontificación. Estamos ante una circunstancia que no se define ni como buena ni como mala. Son seres humanos que la vida los enfrenta a determinadas situaciones. Aquí nos encontramos con una pareja muy particular, con 30 años de convivencia y con un hijo de 20. La amante, precisamente, no es la mala, pero sí la consecuencia de una serie de episodios, en alguna medida, marcados por la rutina”, contó la actriz.
-En esta historia se evita el juzgamiento de los personajes y se pone más el acento en los costados humanos...
-Es verdad. Por otra parte, el tema, al ser tan universal, la gente se ve muy reflejada. Se da un ida y vuelta muy interesante.
-¿Qué tipo de panorama experimenta el teatro en la actualidad?
-Hay que tener en cuenta que tenemos una tradición teatral imponente y Buenos Aires continúa siendo una de las plazas más importantes a nivel mundial. Desde la corriente off hasta los proyectos con estructura comercial, nuestro teatro hace gala de una presencia única. El desafío siempre es el mismo y apostamos a una constante y permanente actividad. No es que ahora se da un renacer del teatro nacional, siempre hemos estado ante un panorama de estas características e influye, en este sentido, la vocación y el fuego sagrado.
-Como hecho artístico y de observación, el teatro es un ritual único...
-Ese lugar de vínculo entre espectador y artista se da, excluyentemente, en el teatro.
Luego, Virginia se refirió a su conducción del ciclo de cine por Telefe: "Se trata de algo muy especial. Además de la posibilidad de proyectar buenos filmes, nos ocupamos de leer siempre algún poema, textos de grandes escritores y evocar a las personalidades del espectáculo, como hicimos recientemente con Blackie. Fue una hermosa idea de Tomas Yankelevich, quien desde el vamos quiso plasmar tardes diferentes, con sensibilidad y alejadas de la violencia. Aquí no hay personaje, no tengo máscaras, soy yo, Virginia Lago, la que me encargo de la conducción y los mails que recibimos son impresionantes, sobre todo, los que provienen del público adolescente. Leemos a Borges,Benedetti, Cortázar, Horacio Quiroga, Roberto Arlt y también los universales”.
Por todo esto es que Virginia, al darle su personal impronta, genera además del interés de las películas, un promedio de pico de rating de 10 puntos, superando, entre otros, a “Este es el show”, “Más Viviana”, “Infama” y “Los unos y los otros”. Datos que no son menores. Virginia, una especie de Quijote con faldas, venciendo y luchando contra los molinos de viento.
Diario Show
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