Llegó el momento de Telefe

Y llegó el momento de Telefe. Con una apuesta acertada para la primera tarde y sin las repercusiones de Showmatch circulando por los programas de Ideas del Sur, el canal “de las pelotas” finalmente tuvo su revancha y logró recuperar el liderazgo que había perdido.

En la tercera semana de diciembre, Marcelo Tinelli se despidió de la pantalla de El Trece y comenzó sus vacaciones. Sin ese “monstruo televisivo”, los números de audiencia de El Trece cambiaron, provocando un sólido triunfo en las noches con Herederos de una venganza y algunas –no todas- galas de Soñando por bailar que resultaron las más vistas, pero no en toda su “cartelera”.

De este modo se clarificó aún más que la ausencia de Tinelli es determinante para las grillas tanto de El Trece como de Telefe que luchan por el primer lugar.

Y también su presencia, claro, ya que es sabido que, a partir del desembarco de la factoría Ideas del Sur en El Trece (2006), la señal comandada por Adrián Suar pudo mejorar sus resultados y apuntar al liderazgo.

Por eso es que no resulta raro que durante este enero de 2012 Telefe haya podido levantar su performance. Basta con mirar Este es el Show, que ya no tiene los escándalos de ShowMatch para comentar durante las tardes, y se tiene que conformar con los líos de unos chicos hasta hace muy poco desconocidos para el televidente y las polémicas más banales que podrían reproducir ciclos dedicados exclusivamente a la intimidad de las “celebrities”.

Aprovechando esta “grieta”, Tomás Yankelevich, que comanda una misión dificilísima desde 2011 –hacerse cargo de una programación planificada a medias y soslayar las “bajas temperaturas” nunca antes padecidas en el canal-, salió a la cancha y obtuvo su primer gol con la reposición de Casados con hijos y el ciclo de cine presentado por Virginia Lago.

¿Cuánto puede durar el triunfo de Telefe? Cómo saberlo. Es cierto que ambos canales pelean cabeza a cabeza y que El Trece está próximo a estrenar las dos tiras de Pol-ka, pero por lo pronto Telefe puede festejar después de ocho meses de quedar segundo.