-¿Qué diferencia encontrás entre tu libro y la ficción de Yair Dori para Telefe?
-Historias de diván de televisión los casos ganan la potencia de los sentidos. Gana la potencia de los actores, lo que cada uno puso y eso es conmovedor. Para un lector muy fanático siempre va estar lo de "yo me lo había imaginado diferente". Eso es lo que nos pasa a todos los lectores.
Pero lo pueden ver como un producto nuevo de Gabriel Rolón más Juan José Jusid, más Jorge Marrale, Marcelo Camaño. Un producto donde el libro es la materia prima y sobre eso se ha construido otra cosa.
Los pacientes son diferentes entre sí. La angustia de un personaje es muy diferente a la frescura de otro, el tormento de una, la incertidumbre de otro. Eso me parece perfecto de todos los actores.
-¿Cómo tomaron tus pacientes, en los que te basás para escribir tu libro, este arribo de sus historias a la televisión?
-Todos dieron su autorización y lo toman bien. Son pacientes con los que vengo trabajando desde hace muchos años y ellos leyeron el libro antes que la editorial. De todas maneras los casos están inspirados en sus casos, lo suficientemente disimulados como para que sus familiares no se den cuenta de aspectos puntuales que son objeto del análisis.
-¿Qué aspectos diferentes tiene este unitario de otros similares que se vieron como En terapia, Tiempos compulsivos o Vulnerables?
-Diferencia formales. En En terapia los pacientes se repiten, por ejemplo. Nosotros apuntamos a mostrar la ética del psicoanálisis. De hecho nuestro programa es el primero de este estilo de tener el apoyo de la Comisión de ética de la UNESCO, lo avala por su transmisión ética del psicoanálisis. Está cuidado ese aspecto, porque parte del atractivo del programa es el tratamiento.
No es un culebrón, no tiene un romance con la paciente, nosotros cuidamos que eso no pase en el nuestro. En terapia apunta a otro lado y de una manera genial, pero me parece un producto muy distinto. Ellos son solamente una ficción y está muy bien, pero nosotros apostamos a transmitir un valor ético. Yo me he preocupado de todos los casos deHistorias de diván porque están basados en mis pacientes.
Nosotros apuesta es especialmente a lo emotivo. Creo que a diferencia de otros programas, la gente después de verlo va a tener que tomarse diez minutos para tramitar la emoción que les generó.
-¿Creés que hay una moda desde la psicóloga de Graduados, hasta estos ciclos que tratan el tema de una forma más directa, con diferentes visiones de la situación psicoanalítica?
-Estamos en Argentina y si no aparece un psicólogo en una ficción es raro. Los argentinos nos analizamos mucho. EnGraduados había un personaje y en otras también, porque para los argentinos ir al psicólogo es como ir al almacén. Es parte de nuestra cultura diaria. Pensar que todos estos programas son lo mismo es como creer que todas las historias de amor son la misma. Todos hablamos de lo mismo, cada uno con su visión.
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