Cada pareja es un mundo y cada quien tiene su fórmula para construir una relación duradera. A los 52 años,Martín Seefeld ya está de vuelta. Actor, y productor de la tira Mi amor, mi amor y la obra El hijo de puta del sombrero, el ex “Simulador” brindó una entrevista a la revista El Planeta Urbano.
Seefeld lleva 23 años junto a su mujer, Valeria, con quien reconoce tuvo su buena cuota de peleas e, incluso, una separación de un año. Llano y sin vueltas, el actor contó su particular forma de entender la fidelidad, y las idas y vueltas del amor a lo largo de la vida.
“Me bancaría un infidelidad. Siempre le digo a mi mujer: ‘No toquemos el vecindario, no me toques a los amigos, al policía de la esquina, No me toques lo mío’. Te voy a ser sincero, si no me entero, mucho mejor. Pero si me entero, son 23 años al lado de alguien.Los mejores 23 años de mi vida los viví con ella”, se sinceró Seefeld, y profundizó sobre el tema.
“No es que me cuesta la fidelidad, es un tema que tenés que poder hablar. Hay que jugar lo más cerca posible de la sinceridad y lo más lejos de la hipocresía. Tenemos con Vale la inteligencia de poder construir sobre un marco de verdad, nos podemos decir un montón de cosas. Vale sabe quién soy yo, y yo sé quién es ella”, afirmó el actor.
Sin complejos por el paso del tiempo, Seefeld capitaliza sus arrugas (de las que no reniega porque son “de tanto reírse”) en conocimiento. “Yo era muy celoso. Cuando vas creciendo empezás a entender, a abrir la cabeza y a saber que al otro le pueden pasar cosas, que es normal que le pasen. Tenés que tener la apertura suficiente para entenderlo, cada uno tiene su límite”, conceptualizó.
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