Ni bien terminó el secundario inició la carrera de Administración de Empresas en la UBA, sabiendo que su verdadera vocación era la de ser actor.
Un año antes de recibirse, decidió dar un giro completo a su vida y dedicarse a lo que realmente lo apasionaba desde su infancia. Comenzó, entonces, el conservatorio en 1998. Hizo la carrera de Formación del Actor en la EMAD (Escuela de Arte Dramático del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires).
Desde entonces se avocó al teatro, integrando el elenco de obras como Platonov y Don Pasquale,trabajó varios años para la compañía Teatros del Sur como actor y asistente de dirección, e incluso formó parte de la compañía más grande de teatro callejero francés que se presentó en el Festival Internacional de Buenos Aires en 2001. Desde el 2010 hasta hoy representa en salas de teatro y festivales la obra “Incriminándome”, de Perter Hanke, teatro no convencional –sin la cuarta pared- donde un actor y una actriz con tan sólo el micrófono proponen al público el desarrollo de un posible mea culpa de su propia existencia y convocan a la reflexión.
También trabajo con Alberto Migré y Victo Agú haciendo el radioteatro Permiso para imaginar en Radio Ciudad. Y en 2007 se trasladó a Bahía Blanca para interpretar el rol de Conrado en el rodaje del film La cantante de tango, una co-producción argentino belga.
En televisión participó en Herencia de Amor (Telefé), en la serie de unitarios del INCAA Adictos y actualmente es Adrián en Dulce Amor (Telefé).
Emiliano, además de ser actor, maneja un bar desde hace 9 años en Villa Devoto: “AlterEgo”. Nombre que refiere al “otro yo” en términos de psicoanálisis y que guarda una relación directa con su otra pasión, la de ser actor.
Diario Show
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