“Si hago tele es únicamente para ganar dinero. La televisión no es algo que me interese mucho. Ya no estoy tan fóbica como otros años, pero no es algo que me divierte. Tenés que estar muy pendiente de lo físico, ir a la peluquería, arreglarte, elegir la ropa, toda la parte de prensa... hay gente a la que le encanta, ¡yo detesto todo eso! Pero entiendo que es parte del laburo, y por eso no lo hago habitualmente. Sin embargo, cuando hay algo que sí me divierte, que tiene que ver con gente amiga, y donde además no tengo que ponerme el programa al hombro, entonces acepto”, dice, sobre el ciclo que conducirá su gran amigo Marley.
“El programa es un formato blando, en el sentido de que no habrá quilombos ni peleas. No está previsto hacer críticas o poner el foco en los desaciertos, sino justamente ponerlo en lo que está bien, y eso hasta me parece novedoso para la televisión de hoy. Aparte, me gusta que sea un formato del que no te podés salir mucho porque ya está armado. No es ir a opinar sobre cualquier cosa que te ponen en un tape”, explica Vernaci acerca del ciclo importado desde España y que ya se ha realizado con éxito en otros países. La dinámica es simple: un grupo de ocho famosos deberán imitar a otros famosos y ser juzgados por los jurados, entre los que están Elizabeth, Joaquín Galán y Cacho Castaña, “Mi rol es netamente el de jurado, pero puede haber sorpresas. A mí no me gusta imitar a nadie, no es mi fuerte, pero te puedo hacer una lista de los que me imitan a mí”, advierte, con ironía.
Vernaci prefiere hoy este tipo de participación esporádica en la tele. “Podría ser conductora de un ciclo, pero es mucha exigencia; encima ahora no hay muchas ideas diferentes, me parece que todos los programas son iguales. Además, por el solo hecho de estar en la tele se da como una obligación de ser pública y eso mucho no me gusta. Sé que es parte de un trabajo, pero esa parte no lo tengo muy clara y no la manejo muy bien. Eso de que te debés a un público y que tenés que contestar todo lo que se te pregunta, desde una opinión política hasta qué te parece lo que pasó en Siria, me parece que es mear fuera del tarro, no me gusta esta forma de hacer televisión”, explica. Y añade que su verdadero amor está en el dial: “Mi laburo es hacer radio, me gano la vida así. Los lugares que fui consiguiendo no me los propuse sino que se dieron naturalmente. Tiene que ver con el trabajo cotidiano y constante. Lo bueno que me puede pasar es el resultado de trabajar 20 años sin parar”.
“La televisión se empobreció en talentos, por eso me llaman. Entonces es un buen momento para aparecer”, finaliza, bromeando, la conductora.
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