Hasta el año pasado, aunque ya se había ido mucha gente de la televisión abierta y se había pasado al cable, todavía los números de rating mostraban una lógica. Telefe tenía el éxito del año con "Graduados" con emisiones que medían 25 puntos, y El Trece tenía a "Showmatch" con números cercanos a los 21 o 22 puntos.
Hoy nadie hace esos números en la televisión argentina. Las ficciones no logran despegar y miden entre 15 y 17 puntos con mucha suerte. No hay rating que arranque con el 2 adelante. Ni los partidos de fútbol que antes medían bien, ahora tampoco logran buen rating.
Otra cosa que llama la atención es que hay programas, y ponemos de ejemplo "El diario de Mariana", que un día mide 7 puntos y al otro promedia apenas 5. No hay lógica ni explicación. Sí son los mismos contenidos y el mismo trabajo, pero un día mide y al otro no.
Así pasa con muchos programas de la televisión: el público dejó de ser fiel, la gente ya no se queda "clavada" a la sintonía de su canal favorito. Ahora el espectador deambula por las cientos de ofertas que ofrece la televisión, internet, las distintas señales de cable, y los servicios de películas y series "on demand".
Lo concreto es que este fenómeno parece no detenerse y cada día los números bajan más. Algunos dicen "parecen ratings de enero". El problema es que estamos en agosto, con días fríos, ideales como para ver televisión; y la audiencia no crece.
Si así estamos en agosto, ni queremos pensar qué pasará con los números cuando llegue el verano. Lo real es que nadie sabe dónde está el rating, y lo que es peor, nadie cree que el rating vuelva a ser lo que era en el corto plazo.
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