Con este rating esquivo, los canales de televisión empiezan a preocuparse y buscan soluciones para atraer a la audiencia otra vez.
En los dos canales líderes las ficciones tienen un papel importante, pero los números no responden ni a la inversión de los ciclos ni al interés del público.
Cuando pasa esto, los canales empiezan a mover los programas y a cambiarlos de horario como pasó con "Mi amor, mi amor", o ahora va a pasar con "Qitapenas".
Otro caso es el levantamiento de ciclos como "Dale! la tarde", que quedó en el medio de la batalla de Tinelli y El Trece, y además con un rating, que si bien iba creciendo, no era lo que el canal esperaba.
Algo similar pasó con "Todos contentos", el programa de Leo Montero y Zaira Nara, que aún no había cumplido cinco programas al aire, y debido al bajo rating fue levantado.
En esta sintonía hay otros ciclos que si no mejoran en sus números sufrirán las consecuencias. Igual lo peor que puede hacer un gerente de un canal es desesperarse, y levantar un ciclo o cambiarlo de horario sin respetar al público, lo único fiel de este medio.
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