Son las 4 de la tarde. Diego Torres tiene un día complicado; mejor dicho, unos días complicados. Después de 20 años vuelve a la rutina de una tira y eso no es poco. A eso, hay que sumarle la llegada de su primera hija, Nina, que le da un poco más de dinamismo a la vida de este personaje que se define como un artista que disfruta tanto en su papel de músico como en el de actor. Los vecinos en guerra es para Torres un cambio de sentido, la vuelta a la tele pero por sobre todas las cosas la posibilidad de estar en tierra por un tiempo largo (sus días como cantante se reparten entre aeropuertos, valijas y giras) y compartir junto a Débora Bello (su mujer) la llegada de "la chiquilina" .
-Diego, ¿cómo vienen las grabaciones?
- Acá estamos, con el vértigo de estar grabando una serie. Imáginate, es reacostumbrarse y volver a funcionar de esta manera intensa. Desde lo profesional, para un actor, no hay mejor entrenamiento que este.
-¿Cómo viste el primer capítulo de Los vecinos en guerra ?
-Nos juntamos con el elenco a verlo. Estoy muy contento de que haya salido al aire este programa, que cuenta la historia de este vecindario tan particular, de este elenco coral, tan rico, de buenos actores y de una historia que se va desarrollando de a poco. Está buenísima esta mezcla de comedia con situaciones tragicómicas que tiene la vida.
-¿Qué fue lo que más te tentó de esta propuesta de Underground?
-La mezcla, el guión. La verdad sentí que era un terreno propicio para volver. Además, la libertad con la que me manejo con Sebastián Ortega, que fue quien me invitó a ser parte del elenco, y la parte creativa que puedo sumarle a mi personaje. Me sentí muy cómodo y protegido desde el principio, con un ida y vuelta muy cercano. Está bueno porque la gente con la que trabajás te escucha y te valora.
-¿Qué se siente volver a la TV después de tantos años?
-Mucha ilusión. Si bien venía haciendo cosas esporádicas como actor [el año pasado participó de un capítulo de un proyecto de Fundación Huésped], esto combinado con mi situación particular, ser padre, hizo que me diera cuenta de que quería volver a hacer una tira. Sabía que no quería estar de gira; yo me imaginaba que esto iba a pasar alguna vez. Sentí que este era el momento y la propuesta me interesó y me vi haciendo el programa, se combinó todo.
-¿Pensaste que ibas a volver a trabajar con Eleonora Wexler alguna vez [ella fue su pareja en La banda del Golden Rocket ]?
-Disfruto muchísimo de compartir tira con Eleonora. La pareja que tenemos en Vecinos... es muy linda: ellos se quieren, están hace muchos años juntos y tienen una linda familia. Es muy importante conocerte con quien vas a trabajar, eso lleva mucho tiempo. Es loco, no habíamos tenido casi contacto todo este tiempo. Cuando nos empezamos a juntar con Sebastián y surgió el nombre de ella, a mí me pareció una muy buena idea.
-Siguiendo con la línea de La banda del Golden Rocket , estás compitiendo directamente con uno de tus compañeros de elenco de esa tira, ¿cómo te sentís con Adrián Suar enSolamente vos en El Trece a la misma hora?
-Lo vivo desde un lugar muy simpático, o pintoresco. Competir con una serie de Adrián y en la que también está mi sobrina [Angela Torres, hija de Gloria Carrá y su hermano Marcelo Torres] me divierte. Es mucha casualidad o mejor dicho causalidad. Más allá del éxito, yo creo que vamos a andar bien, esto aporta contenidos a la televisión de hoy, eso es lo importante.
-¿Te preocupa el rating [el programa, en dos días al aire alcanzó 20.7 puntos, dejando atrás a su competidor directo y convirtiéndose en lo más visto de la TV]?
-No. Tampoco es mi tarea estar mirando la planilla. Lógicamente si el programa va mal, nos van a volar de una patada y voy a tener que poner un puestito en Parque Chacabuco... Hablando en serio, si bien es una parte de la cuestión, lo importante es que estoy enganchado con lo que estoy haciendo. Ponés todo... estamos todos contentos, la serie arrancó muy bien. Me gusta que se cuiden las cosas, los libretos. Eso me estimula mucho. No vivo del rating, disfrutó del día a día de la serie. Leer los libros, levantarme temprano, darle un beso a mi mujer y a mi hija y saber que estoy cerca... Mi corazón no aguantaría estar lejos.
-¿Mirás televisión?
-Sí. Miro ficción, me gusta porque trabajo en eso. Por eso quería volver y ser una pieza que aporta contenidos a la televisión.
-¿Pensás que vas a extrañar la música?
-La música está presente siempre. Llego a casa, toco el piano, la guitarra, canto. A veces está bueno tomar aire, madurar y preparar un nuevo disco. Tengo un estudio en casa por primera vez. Este lapso me va a dar tiempo de preparar algo distinto. Está bueno, yo sentía que tenía que avanzar en ambos lados de mi vida artística, había que nivelar la otra parte.
-¿Qué es lo que más te gusta de la tira?
- Me gusta mucho el gordo Portaluppi, me parece un gran actor. Me divierto mucho con el pendejo, que es un divino, Marco Antonio Caponi, que hace de mi primo. No quiero quedar bien con todos, pero tener una vieja como Mirta Busnelli es increíble y ni hablar del duelo actoral que tenemos con Mike Amigorena, mi enemigo, es genial. No estoy haciendo demagogia, pero lo decimos todos: no es normal este elenco, ni un libro tan interesante.
Hace algo así como un mes la vida de Diego cambió: llegó Nina. Y como si todas las otras cosas fueran puro cuento ahora siente que es tiempo de ser "coprotagonista" de su vida.
-¿Cómo estás viviendo la llegada de Nina?
-Mirá, con mi mujer lo estamos viviendo como una nube hermosa de felicidad. Es algo que deseamos hace tiempo. Todos los días digo: ¿está sucediendo? Ahora voy al cuarto, la miro y me muero de amor. La gordita, al haber nacido prematura y estado en neonatología, está ordenada. La chiquilina se porta bárbaro y es todo un aprendizaje, le cambiamos los pañales llenos de caca y esas cosas que hacen los padres. Estamos empezando una etapa nueva y armando una familia, me emociona ver a mi mujer madre, hecha una leona que defiende a su cachorra. Me encanta ponérmela en el pechito y que se duerma ahí, no hay nada que se compare. Me di cuenta de que era tiempo de ser coprotagonista de la vida, ahora todo gira en torno a ella y es lo único que importa.
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