Cuando ya nos preparamos para ir a dormir, son la síntesis justa de un repaso rápido de noticias y al mismo tiempo curiosidades del mundo o de la web. Alejados de los tonos monocordes o los informes policiales, nos cuentan a su manera todo lo que pasó e incluso se animan a improvisar, logrando muchas veces que nos vayamos a dormir con una sonrisa.
Cada uno tiene su impronta, Paoloski es dueño de un carisma que inclusive le permitió salirse de la estructura del noticiero y dar el salto por ejemplo a otros formatos como la conducción de Operación triunfo: La banda, Mario Masaccesi a partir de esa complicidad que entabla hablándole a una cámara como si le hablara a los que estamos del otro lado y Pablo Camaiti, salido de Caiga quien caiga, haciendo sus primeras armas en un formato en el que empezamos a verlo hace poco, pero en el que va encontrando su camino.
A diferencia de los noticieros de la mañana, que también desde hace unos años rompieron con el tradicional estilo de los informativos, ellos están solos. Unipersonales de media hora, un lugar donde pueden salirse del libreto y crecer, a partir de dar las noticias a última hora.
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