Gerardo Romano cambiará todo en “Dulce amor” e irá por Victoria

Tal como se plantó en el capítulo 1 y se vino construyendo hasta acá en “Dulce amor”, se viene la aparición de Francisco Montalbán (55 años), la mano que ha estado detrás del negocio inmobiliario y que ha usado a Lorenzo (Segundo Cernadas) para quebrar Golosinas Bandi.

Gerardo Romano será Francisco Montalbán, un elegante y seductor hasta la médula. Si usa, traje, será de la mejor tela, lo mismo que las camisas y corbatas y todos los accesorios que completen su estampa. Si va de sport, será el más riguroso de todos y siempre con ese aire que solo ostentan los mejores.
Montalbán se enamorará de Victoria (Carina Zampini) el enemigo mortal de Marcos (Sebastián Estevanez).
Es presidente de un holding de empresas que lo ha convertido en un hombre rico y poderoso. Dueño de empresas, accionista en hoteles en EE.UU. y Europa, líder de grupos de empresarios, y hasta cabeza de fundaciones.
Es un bon vivant, amante de los placeres de la vida. Tiene un yate gigante, con
tripulación, anclado en Montecarlo, casas y departamentos en varias ciudades del mundo. Es un ciudadano del mundo que jamás olvidó sus raíces: el barrio de la fábrica
Bandi.
Francisco es el ex esposo de Teresita (Silvia Perez), la amiga de Elena, y padre de Ciro. Y carga un deseo de venganza hacia Octavio Bandi y su descendencia, que es el único que le nresta cumplir en la vida.
A comienzos de los años 70, cuando Francisco era apenas un niño de 12 años, huérfano de padre, Octavio Bandi estafó a su madre, una mujer retraída y poco sociable que se encontraba en una, que para construir el primer local de lo que sería luego un emporio de Golosinas.
Francisco y su madre entraron en una debacle económica y terminaron viviendo en condiciones precarias.
Pero en Francisco, quizás en su genética, quizás en lo que respiró en su temprana educación, se construyó un espíritu combativo y una inteligencia sin igual. Haciendo tremendos esfuerzos llegó casi a terminar el colegio secundario, sin dejar de trabajar nunca para ayudar a su madre. Y en un encadenamiento de trabajos y de ascensos constantes pasó de gerente a ejecutivo a muy temprana edad y de ahí no paró en una carrera meteórica, despertando admiración en todos.
Ideó sistemas de transporte, métodos de ventas, y contó siempre con una personalidad avasallante y cautivante para lograr cada cosa que se propuso en la vida. Y siempre cuidó de su madre, a la que le dio la vida acomodada que le habían quitado en el pasado.
Francisco siempre atesoró la idea de la venganza, pero no se despertó su deseo hasta
la muerte de su madre, hace apenas dos años. Y ahí pensó en emplazar dos torres
gigantes en el corazón del barrio desde el que él partió, arrasando a la empresa Bandi
y a todos los vecinos que, según Francisco, no defendieron a su madre. Contactó a
un accesible y corrompible Lorenzo, gerente de Golosinas Bandi y novio de Victoria,
para que sea su brazo ejecutor en una venganza sin prisa y sin pausa. Usó a Renzi
y una inmobiliaria para tentar a los vecinos y sacarlos de sus casas. Y generó todos
los hechos de inseguridad para que el barrio no sea el lugar adecuado para vivir y
así lograr la compra de inmuebles de la manzana que necesitaba. Pero en el barrio,
aparecieron Marcos y Julián, y las ventas se detuvieron. Y en la fábrica, Victoria
resultó una enemiga de temer.
Lorenzo logró quebrar Golosinas Bandi, y Montalbán compró la deuda convirtiéndose en el único acreedor y dio claras señales de ejecutarla para terminar de destruir a la empresa. Pero la creación de la Cooperativa de trabajo impulsada de manera sorpresiva por Victoria le complicó los planes.
Así las cosas, Montalbán aparece en persona para reanudar su venganza y concretarla de una vez por todas, tomándolo como un desafío más de los muchos que tuvo enfrentar a lo largo de su vida profesional y privada. Hasta le divierte y lo fascina esta lucha, sabiendo que, como siempre, él será el ganador.
Y su primer paso es descartar a Lorenzo porque ya no le sirve alguien que se dejó
sorprender por la espalda. Aquí Montalbán, alimenta un futuro enemigo, un Lorenzo Amador resentido y parado en un trauma que se le reactualiza ante un nuevo fracaso en su vida
El segundo paso de Montalbán es encontrarse con Victoria para medir fuerzas y
comenzar la batalla. Pero al conocerla, al verla llegar hacia él en un lujoso restaurante
alquilado en su totalidad para el encuentro, la belleza de ella lo deslumbra. Queda
cautivado y, como tantas veces en su vida, enamorado a primera vista de esa mujer
que es su enemiga, pero a quien el amor repentino y profundo la convierte en su talón
de Aquiles.
Las acciones de Montalbán se repartirán entre los pasos necesarios para desbarrancar la cooperativa, llevar a la familia a la ruina, a la vez que seduce a Victoria para hacerla suya. Y al saber que no ella no es una Bandi, llegará a pensar que Victoria pueda entenderlo en su deseo de venganza. El amor le complicará los planes, y llegará inclusive a renunciar a sus planes con tal de tenerla a ella.
Claro que ya con Marcos instalado junto a Victoria, en Montalbán se jugará lo que para
él es inaceptable: perder en algo en la vida. Y con todas las armas a su disposición
intentará destruir a la pareja y quedarse con Victoria.