El protagonista de Dulce Amor confesó que su prioridad es pasar tiempo con su familia y "poner garra" a lo que hace. En una charla con la revista Oh la lá aseguró además que está decidido a "no creérsela" y que no tiene dramas con la edad.
Sebastián Estevanez, protagonista del éxito de TELEFE, dice que el éxito va y viene, y que le tiene mucho respeto a no creérsela. “Si tu vida pasa porque la novela que hacés tiene éxito, estás en el horno. Termina y se olvidaron todos”.
El actor confesa que a pesar de que ya pasó los 40 no tiene dramas con la edad, “me parece que lo más importante es sentirse bien uno, los años te dan experiencia y lo valoro”.
Para poder estar más tiempo con sus hijos, desayuna y se afeita en el auto. “Paso tan poco tiempo en mi casa que trato de aprovecharlo, si no, veo poco a mis hijos y a mi mujer”, indicó.
Dice hacer de todo con sus hijos: “con Benicio hacemos peleas, se disfraza de Hombre Araña y luchamos, jugamos al fútbol. Con Francesca pinto Barbies, tenemos un Karaoke y cantamos”
A los 24 años tuvo un accidente automovilístico, estuvo en coma y un año en rehabilitación. Dice que aprendió que en la vida se puede todo “se puede todo con garra y con fe, poniéndoles amor y el alma a las cosas, nada es imposible. Creo que uno tiene que tratar de ser mejor todos los días”
Estevanez se define como un antigalán y afirma que los personajes que le toca interpretar siempre vienen de abajo, van ganando desde un lugar distinto.
Las críticas que le hacen acerca de que trabaja por ser el hijo del productor no le molestan, “no me caliento, yo laburo con mi viejo porque lo amo con toda mi alma. Trabajé en otras productoras pero a las tres novelas de mi viejo a las que mejor les fue, las hicimos juntos. Hay una química especial entre nosotros, somos un equipo. Hace 16 año que trabajo, mi lugar me lo gané yo”.
Diario Show
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