Pablo Cataneo llora, canta, baila. Mientras el malo de Graduados planea cómo quedarse con la empresa de su suegro se luce como un malo, no tan malo.
Luciano Cáceres cree que hay un antes y un después en la vida de su personaje de Graduados: el día que Pablo Cataneo descubre que no es el padre biológico de su hijo. Con los ojos bien abiertos la contrafigura del buenazo de Andy Godzer, cambió.
Los villanos suelen ser figuras que generán pasiones. Odio, amor, empatía, desagrado. Cáceres logra componer un personaje alejado de los estereotipos del malvado de turno.
Su vanidad, sus frases recurrentes, los momentos musicales que protagoniza con su hermano son puntos altos de la ficción. Acierto de los guionistas y de las cualidades del actor, Pablo se vuelve potente cuando suelta su lado más vulnerable que convive con la oscuridad de su otro lado más oscuro.
Momentos divertidos, paródicos y jugosos de ese villano que hace reír.
Candela y la moto
Pablo y su hermano cantan "La Pichila"
"Estúpida y cruel Pichila"
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