Entró a la televisión de la mano de su hoy famosa familia, como asistente de producción en la telenovela Gino(1996). El productor era su tío, Enrique Estevanez, y allí también hacía sus primeros pasos como actor su primo y compinche, Sebastián.
Mientras el clan iba pegando éxitos de audiencia, uno tras otro (Los buscas, Los médicos, Amor en custodia...), a Hernán Estevanez le empezó a picar la curiosidad de cómo sería pasar hacia el otro lado de las cámaras. Y empezó a estudiar teatro.
A sus 41 años, Hernán hace su debut televisivo en Dulce amor (a las 23, por Telefe), telenovela en la que, de la familia, no falta casi nadie. Producida por Quique Estevanez, su hijo Diego está en el staff técnico, y los otros dos protagonizan: Sebastián en el rol de Marcos, el chofer enamorado, y Sol como Angie, una casi villana. El papel de Hernán -hijo de un hermano de Quique- es el de "El terco", dueño del bar por donde pasan la mitad de los problemas, sueños y confesiones de los personajes de la tira. Simpático, siempre dispuesto para los amigos, sus dichos alternan entre los disparates totales y el aforismo del sentido común.
"El mío era un personaje chico, que fue creciendo por los buenos intercambios con los demás. Pero al margen de eso yo me siento muy afortunado", cuenta Hernán, con una voz que transmite exactamente la alegría que relata. No es para menos: Dulce amor se posicionó como un éxito desde su inicio, en enero pasado, y hoy es una de las ficciones más vistas. "Como actor, debuté en Primera A, y en familia, que es lo mejor que me pudo haber pasado -asegura-. Pero además de mis primos, a casi todos los conozco de antes, porque como productor trabajé con todos ellos, y todos me recibieron muy bien en mi nuevo rol".
¿Un día, así nomas, dijiste `voy a actuar’ o te preparaste antes? No. Cuando me picó el bichito me fui a estudiar teatro. Hice dos años de stand-up, y otros dos de teatro más convencional. El año pasado hice una participación chiquita en uno de los episodios de un unitario que se llamó Adicciones, y ahí me vio Quique. Le gustó y me ofreció este personaje que estoy disfrutando tanto. Porque ahora, la mejor escuela que podía tener la tengo directamente en la cancha.
Mientras el clan iba pegando éxitos de audiencia, uno tras otro (Los buscas, Los médicos, Amor en custodia...), a Hernán Estevanez le empezó a picar la curiosidad de cómo sería pasar hacia el otro lado de las cámaras. Y empezó a estudiar teatro.
A sus 41 años, Hernán hace su debut televisivo en Dulce amor (a las 23, por Telefe), telenovela en la que, de la familia, no falta casi nadie. Producida por Quique Estevanez, su hijo Diego está en el staff técnico, y los otros dos protagonizan: Sebastián en el rol de Marcos, el chofer enamorado, y Sol como Angie, una casi villana. El papel de Hernán -hijo de un hermano de Quique- es el de "El terco", dueño del bar por donde pasan la mitad de los problemas, sueños y confesiones de los personajes de la tira. Simpático, siempre dispuesto para los amigos, sus dichos alternan entre los disparates totales y el aforismo del sentido común.
"El mío era un personaje chico, que fue creciendo por los buenos intercambios con los demás. Pero al margen de eso yo me siento muy afortunado", cuenta Hernán, con una voz que transmite exactamente la alegría que relata. No es para menos: Dulce amor se posicionó como un éxito desde su inicio, en enero pasado, y hoy es una de las ficciones más vistas. "Como actor, debuté en Primera A, y en familia, que es lo mejor que me pudo haber pasado -asegura-. Pero además de mis primos, a casi todos los conozco de antes, porque como productor trabajé con todos ellos, y todos me recibieron muy bien en mi nuevo rol".
¿Un día, así nomas, dijiste `voy a actuar’ o te preparaste antes? No. Cuando me picó el bichito me fui a estudiar teatro. Hice dos años de stand-up, y otros dos de teatro más convencional. El año pasado hice una participación chiquita en uno de los episodios de un unitario que se llamó Adicciones, y ahí me vio Quique. Le gustó y me ofreció este personaje que estoy disfrutando tanto. Porque ahora, la mejor escuela que podía tener la tengo directamente en la cancha.
¿Las escenas que compartís con tu primo Sebastián son tus preferidas? Me divierto mucho con él, tenemos un código de la vida. Sebastián además es padrino de uno de mis hijos... Pero estoy aprendiendo también de grandes actores, de maestros como Georgina Barbarossa, Arturo Bonín y Juan Darthés... con ellos tengo muchas escenas, porque cuando tienen algún problema todos van al bar. Isabel (el personaje de Georgina) además usa el bar El terco para hacer sus musicales, así que pasamos muchos momentos juntos.
¿Qué te pasa cuando por la calle alguien te dice "Terco"? Bueno, me cuesta mucho distinguir entre la persona y el personaje, porque a mí, desde los 12 años me dicen Terco, y entonces no sé si es alguien que me conoce de la vida o me va a preguntar por alguien de la novela, o me va a pedir un autógrafo. Es tan nuevo todo...
Y tu familia, ¿cómo lo está tomando? Estoy separado hace varios años, y tengo dos hijos: Juana, de 13, y Joaquín, de 11. Salimos mucho con mis hijos, y a veces a Juana, sobre todo, le da un poco de vergüenza si alguien me para por la calle. Pero están bastante acostumbrados, con la familia que tienen...
¿Qué te pasa cuando por la calle alguien te dice "Terco"? Bueno, me cuesta mucho distinguir entre la persona y el personaje, porque a mí, desde los 12 años me dicen Terco, y entonces no sé si es alguien que me conoce de la vida o me va a preguntar por alguien de la novela, o me va a pedir un autógrafo. Es tan nuevo todo...
Y tu familia, ¿cómo lo está tomando? Estoy separado hace varios años, y tengo dos hijos: Juana, de 13, y Joaquín, de 11. Salimos mucho con mis hijos, y a veces a Juana, sobre todo, le da un poco de vergüenza si alguien me para por la calle. Pero están bastante acostumbrados, con la familia que tienen...
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