Una de sus grandes amigas fue, es y será Susana Giménez, la gran diva nacional, quien habló con Intrusos, el programa de América que conduce Jorge Rial.
“China se olvidaba de algunas cosas últimamente pero lo tomaba con gracia, no era dramático. En la última llamada, yo le decía ‘China te amo, te amo’. Y me contestó ‘si me amás tanto, venime a ver’. Tenía toda la razón del mundo, pero estaba con su familia. Todo en la vida era así, era un ser especial, irrepetible”, comenzó manifestando la conductora.
“El tema de armar una familia ella no lo tocaba. Ella tuvo un novio que se mató en un accidente de autos. Fue el amor de su vida, ella nunca lo nombró, yo tampoco lo voy a hacer. Tenía muchos amigos, jugaba al backgammon con amigas, a la canasta… Era hippie. Si no tenía nada que hacer, se sentaba en una florería a ver pasar la gente”, completó sobre cómo llevaba adelante su vida.
Y finalizó con una gran anécdota, que pinta de cuerpo y alma a lo que era China. “Era la persona más generosa del planeta Tierra. Una vez, un taxista le contó una tragedia espantosa y ella le dijo que no sufra por plata. Le preguntó cuánto necesitaba, y le prestó el dinero. Nosotros la retábamos, le decíamos que no tire así la plata, que nunca se la iba a devolver. No le importaba nada la guita. El tachero se lo devolvió y nosotros le dijimos que tenía razón… Como esos cuentos, tiene cuatro mil”, cerró.
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