A poco del debut de “Aliados, el musical”, todo en el teatro Gran Rex está en movimiento. Todo a contrarreloj y a las apuradas, excepto Peter Lanzani y Oriana Sabatini, que sintonizan un ambiente más calmo, en el que tratan de disfrutar de la previa antes del show. A pesar de que aseguran tener nervios por salir a escena en pocas horas, su rostro es apacibilidad: “Estoy súper ansiosa, y por otro lado no quiero que empiecen las semanas y se termine, todo es muy rápido”, comienza Oriana Sabatini con “Crónica”.
Peter, por su parte, dice que la palabra es “ganas” de que se abra el telón. “Estas semanas son las más difíciles porque estamos sobre la fecha. Y lo que más esperamos es que el público se vaya feliz y captando el mensaje que queremos comunicar”. Lanzani se refiere a los temas que trata esta nueva versión y en vivo de “Aliados”, que practica las mismas historias que en la ficción emitida por Telefé, pero reforzadas con la música y las más de 1.000 personas que asistirán a cada función: “Está buenísimo que se traten cuestiones que son fuertes y que pasan en la vida real. Y nos tocó a nosotros ser quien las cuenta. Por suerte no estamos solos, Cris es la creadora y la que nos apoya todo el tiempo”. El actor halaga a la productora Cris Morena, que en esta ocasión también intervendrá como directora de la obra. Sabatini se acopla al sentimiento y agrega: “Trabajar con ella te da un entrenamiento para salir y hacer todo lo que te propongas”. La joven insiste en que la rubia no es la única mentora en esta etapa, sino que Peter ya tiene experiencia y aconseja a sus demás compañeros: “Es como Mascherano”, compara Oriana. La avergonzada respuesta de Juan Pedro al mimo de su compañera es digna de un DT: “Lo que puedo llegar a decir es mínimo. Quizá es más para fortalecer, pero los chicos vienen súper bien, están muy concentrados”.
El asedio de los fans por la repercusión de las tiras juveniles es común en nuestro país. Oriana no considera excesiva la idolatría, sino que para ella “es todo con buena onda”. Peter agradece el amor que recibe, pero en cuanto a la fama confiesa que “no me mata tener éxito”. Incluso reniega de ello porque dice que “la mayoría de lo que se dice es todo inventado, y con Martina somos dos personas normales que están de novios”.
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