La vuelta de ShowMatch muestra nuevamente cómo el público busca sus referentes idiosincráticos al momento de elegir qué tipo de entretenimiento consumir. Si bien aún no se puede pronosticar un éxito seguro, como en ediciones anteriores, los productores de Ideas del Sur se siguen concentrando en ofrecer mucha argentinidad a sus televidentes: sketchs con imitadores de sus políticos y participantes dispuestos a ladrar y llorar con tal de convertirse en la nota de última hora en las revistas y programas de chimentos.
Además, los programas que discuten “nuestros temas”, la actualidad y cuestiones coyunturales, mantienen un rating más o menos estable. Hace tiempo la política quedó desplazada a los canales de noticias del cable, pero el espectáculo y la misma tele se sigue debatiendo en programas como Infama, Duro de Domar, Intrusos, Este es el show, por mencionar algunos.
Por el contrario, hace pocos años, diferentes formatos extranjeros se llevan a cabo con éxito en la televisión abierta. Este año fue el turno de Extreme Makeover y MasterChef en Telefe. Si bien Argentina es un país con fuerte exportación de contenidos, su televisión necesita producir versiones propias de aquello que su público ya conoce –o no- del cable.
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