En una charla exclusiva con Ciudad.com, el actor contó cómo transita esta vuelta al trabajo; se lamentó por no poder ir al Mundial y adelantó cuál sería su final soñada.
- ¿Cómo describirías a tu personaje dentro de la historia?
- Mi personaje se llama Rocco Colucci y hace 15 años se fue a vivir a México. Estuvo recorriendo América viendo en qué lugar se sentía cómodo y podía trabajar. Se va de Buenos Aires cuando se muere la mamá. Su papá es Rodolfo Bebán, que hace de Armando, el jefe de la familia y es el dueño de la empresa de mudanzas Colucci. Vuelve por un tema familiar y, después de 15 años, se reencuentra con un montón de cosas.
- Volvés a trabajar con Carina Zampini, casi a pedido del público. ¿Por qué creés que la pareja es tan efectiva y traspasó la pantalla?
- Es difícil saber qué hizo que la pareja, como vos decís, traspase la pantalla. Nosotros nos llevamos muy bien, nos queremos y nos respetamos muchísimo. Siempre tratamos de hacer las escenas con mucha profesionalidad, con humildad. Tratamos de dejar todo en cada escena… Somos como de la familia y capaz que eso hace que podamos jugar un poco más, que nos divirtamos trabajando juntos, pero la explicación no te la sé decir. Lo que sí te confieso es que, hace un tiempo, cuando me dijeron de trabajar de nuevo con Carina, pensé que estaban todos totalmente locos. Pero me lo decían con una seguridad que yo decía: "¿Qué onda?”, y después entendí que sí, que el público quería que nosotros volvamos. Y acá estamos.
- ¿Te genera una presión extra, a vos y al equipo, después de Dulce Amor, tratar de cosechar los mismos frutos?
- La presión está siempre en cualquier novela que inicie o trabajo que haga, pero me parece que no nos tenemos que ocupar nosotros de esa presión, sino poner la energía que esa presión implica en tratar de dejar lo mejor de nosotros, desde la primera a la última escena de la novela.
- Sos actor, pero también incursionaste en la producción, ¿vas a estar pendiente del rating? Este año te toca competir con Marcelo Tinelli...
- Con Dulce Amor nos pasó lo mismo, pero es un honor, es un orgullo competir contra Marcelo, también un poquito contra Guapas, que también está buenísima. Mi sueño es que nos vaya bien a todos, no sólo a Tinelli: a Guapas, a Canal 9, a América, a canal 7. Lo mejor que nos puede pasar a los argentinos es que anden bien todos los programas, todas las ficciones, que la televisión argentina siga creciendo.
- Desembarcó Camino al Amor, pero también se viene el Mundial, ¿lo vas a ver desde tu casa o te vas a hacer una escapadita a Brasil?
- No, a Brasil no voy a ir porque tengo muchas horas de grabación; y tengo dos hijos, a mi mujer, amigos, familia, ¡no me da el tiempo! Si no estuviese trabajando en una novela sería un sueño. En este caso, es un sueño no cumplido el poder ir al Mundial, porque está cerquita y es una lástima. Pero bueno, lo voy a ver por la tele. Yo soy fanático de la Selección Argentina, sea en el deporte que sea. Soy fanático y cuando veo a la Selección Argentina se me pone la piel de gallina, sean Los Pumas, Las Leonas, básquet… cualquier deporte. Me encanta y le deseo lo mejor a todo el equipo argentino, y no tengo ninguna duda de que vamos a llegar a la final del Mundial contra Brasil. ¡Y vamos a ganar 2 a 0!
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