Oscar Fernando Straneo Díaz, más conocido como Pichu, es el humorista que se supo ganar el cariño de los argentinos con sus personajes interpretados en “Peligro sin codificar”. Pese a su larga carrera –tuvo su debut en 1990 en la televisión uruguaya y siete años más tarde en Argentina–, recién el 2013 fue el de su consagración tras haber obtenido el premio Tato como revelación y reafirmar el apoyo de sus colegas, periodistas y público que lo elige diariamente.
"Peligro sin codificar superó todo. Fue algo hermoso que no esperábamos. Siempre creo que es más valioso el resultado que se consigue grupalmente que en forma personal, pero ellos me dieron la libertad y la posibilidad de crecer. Sin dudas fue el mejor año de mi carrera", dijo Pichu a Crónica.
Además, Pichu admitió que "Tengo un Cristo tatuado en mi espalda y durante la primaria y secundaria fui a un colegio religioso".
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