A los 19 años, la Esquivel no escritora vuelve a plantarse televisión adentro, como agua para chocolate. Si en su niñez se escondía en la máscara de una mujercita con ortodoncia y cristales voluminosos, en el umbral de la adultez (sus 19 años) vuelve a las máscaras, pero no para esconderse, sino para destapar su transformación.
Se convirtió en una de las participantes más talentosas de Tu cara me suena (Telefe) y en una potente actriz de Los locos Addams en el teatro. "No es suerte, es trabajo. Trato de superarme desesperadamente cada día. Nunca pensé quedarme en esa imagen de Patito, estoy limpiando mi imagen".
La imagen limpia. Tanto que en la médula de Estudio Mayor, en Palermo, la tratan como a un cristal. La venera Cacho Castaña, la venera Elizabeth Vernaci, la venera Joaquín Galán. La cuida Marley, la preserva la producción de Endemol. Laura no es más "Laurita", pero todos quieren que la candidez de esa infanta que reivindicaba la bondad, no se infecte. Que el diamante no se contamine.
"¿Demasiado sana para este medio? Puede ser. Estoy orgullosa de ser así. Fue la familia la que me metió este pensamiento: Conservá la esencia ", apoya los labios en el grabador, mientras en camarines la untan de crema y le arrancan la piel ficticia. Piel abajo, hay una bonita adolescente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario