A veces los problemas, o las buenas aunque inesperadas noticias, separan a las parejas. Otras, como se pudo ver anteanoche en Los vecinos en guerra (a las 22, por Telefe), terminan por unirlas. Aunque sea temporariamente.
Diego Torres y Eleonora Wexler, que en esta ficción son Rafael y Mecha, matrimonio con tres hijos, que llevaba veinte años de armonía al comenzar la tira, pero están separados en la actualidad, protagonizaron una escena de importante carga erótica ... y bastante piel al descubierto.
La pareja se había reunido para hablar sobre la futura maternidad de Paloma (Candela Vetrano), su hija adolescente, y soltera. Pasado el shock inicial, entre chistes mutuos sobre el “abuelazgo” y frases como “¿y quién te iba a entender mejor que yo, que te conozco tanto”, las miradas se encuentran en la atracción que nunca dejaron atrás, y terminan en la que fue la cama matrimonial. Pero con más empeño y pasión que en los monótonos últimos tiempos previos a la separación.
¿Habrá reconciliación? ¿Virará esta comedia que empezó con una trama vodevilesca de identidades falsas y mentiras cruzadas, a una historia más llana, si se quiere, sobre una familia donde cada quien tiene un torbellino de esos de la vida real?
La partida de Mike Amigorena de la tira de Underground (tenía prevista una gira con su banda, Mox, y otros proyectos) hará, por lógica, desaparecer a su personaje, Alex, aquel ladrón de guante blanco, ex cómplice y eterno enamorado de Mecha. Esta desaparición misteriosa, supuestamente una muerte, abriría las puertas a una trama con una gran carga de policial y suspenso, tal como sucedió cuando Underground tuvo que reflotar Botineras, y lo logró con éxito. El caso parece calcado, ya que en aquella oportunidad también una de sus estrellas centrales, Florencia Peña, se bajó de la producción. Sin embargo, no todo está definido en lo que a rumbos argumentales se refiere. Aquí no se dejaría completamente de lado la comedia, y mucho menos lo que tiene de novela. Sin embargo, todos los vecinos empezarán a mirarse de reojo y con sospechas, dada la relación que cada uno tuvo con Alex en sus últimos días en el barrio.
El ingreso de Juan Gil Navarro, la primera semana de agosto, traerá un nuevo conflicto romántico a Los vecinos en guerra. Porque aunque hayan pasado unas horas de amor espectaculares, Rafa y Mecha todavía están lejos de ser felices y comer perdices.
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