Es sólo una cuestión de actitud, diría Fito Páez, el cambio de Gladys Florimonte que se animó a tomar sol en toples muy desprejuiciada. Con un cuerpo absolutamente natural, la actriz de Cirugía para dospuede jactarse orgullosa de no necesitar del quirófano para seducir.
¡Claro! Es que el destape del que muchos quizá se sorprendan estaba estrictamente custodiado por un galante caballero que le pasó el bronceador por el cuerpo al borde de un complejo hotelero de Carlos Paz, según cuenta Paparazzi. El nuevo novio de Gladys es un morocho de ojos claros que supo trabajar como productor de Florencia de la V en temporadas anteriores y el romance resurgió esta temporada.
Así, a los 45 años a Florimonte la vida le sonríe. Al éxito laboral como en La Pelu de y actriz en la obra de teatro en la sala Melos, le suma el amor. Todo muy merecido y bien defendido por la actitud que le sobra a la comediante.
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