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2 dic 2012

"Vicky no es mala pero puede ser dañina"



Así definió Paola Barrientos a su personaje de "Graduados", el cual le permitió hacer conocida entre el gran público. "Creo que todo es eventual en la vida así como en la profesión. En estos momentos vivo con intensidad esta alegría", aseguró la actriz en una nota para el diario Crónica.
Ha obtenido un perfil de popularidad que se condice con su entrega al trabajo, con su bajo perfil y con ese caudal de enorme creatividad que despliega en cada uno de sus trabajos. La gente, para en la calle a la doctora Vicky de “Graduados” y se saca fotos y le piden autógrafos.

Abuelas, mamás e hijas, todas las generaciones, ven en ella a un particular personaje que “entra” en sus hogares todos los días y la hacen propia.

Para ella se trata de días muy especiales, ya que “Graduados”, la exitosa tira producida por “Underground” le ha deparado sorpresas.

Llega al Teatro Alvear, donde realiza “Las criadas”, de Jean Genet, y que está a punto de finalizar sus funciones.

Capo-lavoro de Paola, junto a Marilú Marini y que presenta a la actriz en una tarea de imponente brillo escénica. La vorágine del tránsito, la demoró. Atiende al diario Crónica, en un barcito aledaño a la sala teatral.

-Yo creo que todo es eventual en la vida, así también en la profesión. En estos momentos vivo con intensidad esta alegría y, luego, seguramente vendrán otras experiencias para aportarme otras cosas", afirmó.

-La publicidad televisiva (banco local), suponemos, que te generó un cambio...

-No creas. Yo todas las cosas que fui realizando fueron resultado de otras. De hecho llego a esa publicidad por alguien que me vio precisamente en teatro. Todo tiene un origen con el trabajo , la formación y los años de hacer cosas. Reitero, la publicidad también fue consecuencia de muchas otras cosas.

-La doctora Vicky, también es consecuencia de otras cosas...

-Es verdad. “Graduados” es como un espacio soñado para trabajar. Una tira de características especiales con un elenco amplio y muy homogéneo. Poder trabajar todo el año en un mismo personaje y hacerlo de una manera tan feliz, deja los resultados que están a la vista.

-¿Fueron superadas las expectativas?

-Honestamente, yo nunca supe nada del hecho comercial de la tevé, como así tampoco fantaseaba con nada.

-Haber superado, en rating, a un líder como “Bailando”, marca una bisagra, en materia televisiva de los últimos años.

-Hay algo cíclico, la gente va eligiendo lo que le gusta y, reitero, los ciclos se van cumpliendo y van apareciendo otros. A nosotros nos tocó esta etapa.

-¿Cuál fue el gran disparador del éxito de “Graduados”?¿La nostalgia por los años ’80 jugó un rol decisivo?

-No creo que haya sido este factor únicamente. Uno no cambia y tiene incidencia en el devenir de los tiempos. Las cosas que uno hace en la adolescencia inciden posteriormente y esto es lo que se refleja en “Graduados”. Además, los personajes son ambiguos, como en la vida misma, nadie es demasiado bueno ni nadie demasiado malo. No existe moralina y eso se nota en la pantalla.

El enorme ventanal dibuja la figura de Paola y la gente lo advierte. Es saludada permanentemente y vuelven a devenir, también, el pedido de fotos, circunstancia que retrasa, por momentos, la charla. La tarde cae en Buenos Aires. Personajes como la psicóloga Vicky la transitan, con ilusiones y sueños de por medio a la calle Corrientes. Paola recién empieza a tomar su café

-¿Qué cosas tenés de la doctora Vicky?

-Tiene mi cuerpo, mi rostro, mi mirada, mis impulsos y mis energías. Eso si, no es la identidad que utilizo habitualmente.

-¿Cómo la definirías?

-Vicky resultó ser muy querida. Es alguién que puede decir todo lo que le parece y de un modo brutal y lo hace con su amiga (Loly a cargo de Nancy Dupláa) en esos términos. En algunas oportunidades, la doctora Vicky es inimputable.

-¿Es por su estilo?

- No hay maldad en sus actos, sin embargo, puede ser dañina.

Paola Barrientos es la chica nacida en San Fernando que a los 15 años apostó a su vocación por el teatro. Hoy es una mujer que ya forma parte del capítulo de oro de las grandes actrices de nuestra escena. “Estado de ira”, “Un tranvía llamado deseo”, “Las criadas”, también dan testimonio de sus convicciones por el compromiso de la actuación.

Diario Show

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