La gran diva argentina se ha brindado, como ella suele hacerlo, con la mejor predisposición frente a los medios para promocionar su nueva miniserie y en todo momento respondió a cada pregunta con mucho humor, serenidad y profesionalismo. Publicó la revista Ahora. Días antes de que la emisora confirmara la salida al aire de La dueña, Mirtha Legrand manifestó a la revista Ahora, de Diario Crónica, la gran felicidad que siente al volver a la televisión como actriz y contó lo difícil que fue la transición luego de haber perdido la costumbre y el training. Sin embargo, la decisión estaba tomada y deposito todas sus expectativas en este nuevo desafío, aun cuando en su cabeza rondada la idea del retiro. - ¿Cómo se produjo su incorporación como la gran protagonista de La dueña? - Vino Nachito, mi nieto, a casa y me dijo que tenía que hacer ficción. En ese momento le dije que no, que ya estaba grande para estudiar, pero siguió insistiéndome… Pasaron los días y lo fui pensando hasta que, naturalmente, la idea me empezó a gustar muchísimo. Entonces hablé con Martín Kweller y con Nacho. Les sugerí cambiar un poco el esquema porque en un comienzo la idea era llamar el envío “La doña” y entre los tres decidimos que era mejor “La dueña”. A partir de ahí les dije que sí y les propuse que Sofía Ponte, mi personaje, podía ser la presidenta de una empresa de cosméticos y no de una cadena periodística, como estaba previsto. - ¿Recuerda como continuó su vida cotidiana después de las reuniones con el equipo de producción? - No sabía como iba a ser, porque no estaba acostumbrada a estar diez horas en un canal de televisión, ya que solía estar, como mucho, tres y volvía a casa. Pero ahora estoy tan encantada y feliz que día a día estoy más ansiosa por ir a grabar. Además creo que actúo muy bien. - ¿Cómo se siente en las grabaciones? - Es todo muy armonioso y tranquilo. Me miman mucho, me atienden muy bien, mi camarín es hermoso…La verdad, todo es fascinante. Cuando termina la jornada tengo ganas de que comience otro día para ir a grabar y, si hay alguna cosa del libreto que no me gusta, el director me permite modificar alguna palabra. Hoy soy otra mujer, tengo una vida diferente y estoy muy feliz. - ¿Susana Giménez arregló para grabar un capítulo? - No. En un principio lo pensamos, pero creo que todavía no se dio. Igual estoy feliz porque se van incorporando personajes de gente muy querida y les doy la bienvenida a los amigos que van llegando. - ¿Le resultó difícil la transición de conductora a reflotar nuevamente a la actriz? - Durante 42 años hice un programa en el que improvisaba todo, ya que estudiaba muy pocas cosas. Entonces creí que no iba a poder memorizar nada. Al principio me costó mucho, pero con el tiempo la cosa se fue normalizando y ahora todo está muy bien. - ¿Qué piensa del elenco que la acompaña? - Tenemos un elenco increíble compuesto por primerísimas figuras y trabajar con ellos es algo maravilloso. Quiero agradecer también a Martín Kweller porque no escatimo en nada. Es una producción carísima pero, la verdad, los decorados y la casa son hermosos…Me dan ganas de quedarme a vivir ahí. Es todo de primer nivel, una mega producción, una apuesta muy grande. Me siento orgullosa de trabajar en Telefé. Me gusta estar en un canal líder. - ¿Qué más nos puede contar acerca de su personaje? - Es especial, muy querible. Se van a enamorar de Sofía Ponte. Los productores no quieren que haga de Mirtha Legrand, sino que me transforme en Sofía Ponte. A mí al principio me salía la Legrand, porque mi rol tiene mucho de mí, de mi carácter. Es un desafío…Creí que me iba a retirar, que no iba a volver a trabajar y que iba a viajar, pero las cosas se dieron de otra manera. Quiero agradecerle a Nacho una vez más por haber tenido esta gran idea. Esta es una nueva Mirtha, es Sofía Ponte, La Dueña. - ¿Qué piensa del rating? - Es fantástico y me enorgullece. - ¿Qué sucedió con una ex empleada que le inicio acciones legales? - Tengo a todo mi personal absolutamente en blanco. Ella hace unos años que trabaja en casa, pero solo dos veces por semana; es temporaria. Lo lamento porque la quiero mucho.
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