“Sí, sé que el hecho es fuerte. Pero que digan lo que digan, yo no quiero salir a hablar porque ellos dicen algo. Yo no quiero salir a hablar bien ni mal sobre eso, ni desmentir nada. No tengo ganas de hablar de eso. Hablar sobre eso sería abrir una ventana que no quiero abrir”, dijo Calu Rivero, chica de tapa de la revista Vanidades, hablando de Sean Penn.
-¿Tanto rechazo te causa hablar del tema?
-También me divierte generar ese misterio, es parte de una personalidad, de un juego.
-¿Es una estrategia?
-No, no vivo de estrategias. Simplemente no todo se tiene que contar. No te voy a decir cómo lo conocí ni qué hicimos. Yo soy más bien callada y disfruto de lo que hago y de lo que estoy viviendo con quien lo estoy viviendo sin andar contándolo por ahí.
Sobre el tema de “Dulce amor”, le preguntaron
-Tu 2012 no podía ser más exitoso. ¿Por qué decidiste, entonces, tomarte un respiro y alejarte de todo? Me imagino que sabrás que hubo muchas especulaciones. Una de ellas es que te encontrabas a disgusto en “Dulce amor”.-Eso no es verdad. Yo empecé la tira y tenía pautados tantos capítulos. Después, como suele pasar con las novelas de Quique Estevanez, resultó un éxito y se decidió prolongarla. Pero yo ya tenía organizado mi viaje y no quise postergarlo. El presente de la tira era importante, pero también mi crecimiento personal. Fundamentalmente trato de estar en mi eje, no sólo de ir construyendo una carrera. Entendí que lo profesional podía esperar y me prioricé. Sé que no herí a nadie, todo fue muy hablado con la productora y por eso volví en buenos términos para grabar algunas escenas y cerrar mi participación.
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