Jenny Williams saltó a la fama gracias a Sofía, su personaje en el gran éxito de la televisión del 2012, "Graduados". Sin embargo, le contó a Ahora, el suplemento de espectáculos del diario Crónica, que hace tiempo se preparó para esto: "Estar donde estoy es el resultado de años de trabajo".
Con una figura armoniosa y una cara bonita, a primera vista es fácil catalogarla como modelo, pero bastan unos minutos de charla para darse cuenta de que Jenny Williams tiene bien en claro qué es lo que quiere y que lo suyo no es la pasarela.
Su lugar en el mundo es otro, con luces y gente observándola también, aunque muy distinto al de los diseñadores top. Ya sea el escenario o el set de filmación, se siente segura y completa cuando está actuando. Ahora entrevistó a esta joven actriz que piensa sus respuestas y contesta con seguridad.
‑¿Cómo tomás el éxito de “Graduados”?
‑No sólo para mí, sino para todos es un momento de mucha felicidad. Es muy gratificante que haya una respuesta de la gente como la que estamos teniendo. Se ve un público muy fiel que no deja de seguirnos bajo ningún concepto.
‑¿Qué ejercicio hacés para tomar con calma el éxito?
‑Lo bueno es que mi carrera ya lleva diez años, o sea que esto no es repentino para mí. Estar donde estoy es el resultado de todos estos años de trabajo y de mantener siempre los pies sobre la tierra. Tengo gente alrededor que me cuida, me contiene, como mi familia y mis amigos, que me ayudan a estar bien. Soy una mina de barrio, todo lo que conseguí es el resultado de mucho esfuerzo. Siento que algo bien hice.
‑¿Cuándo te diste cuenta que querías vivir de la actuación?
‑No tengo recuerdo, realmente esto es algo que quise toda mi vida. Nunca existió la posibilidad de hacer otra cosa. Me atraen un montón de carreras y me hubiera gustado estudiar un montón de cosas, porque soy fanática del estudio. Hubo momentos en que quise seguir Psicología o Abogacía, pero siempre era una fantasía porque sabía que quería ser actriz.
‑¿Te sentiste apoyada por tu familia en tu decisión?
‑Sí, siempre estuve absolutamente apoyada por mi familia. Jamás tuve una oposición, al contrario.
‑¿Empezaste trabajando de modelo?
‑Trabajo como actriz desde que tengo 14 años. Cuando terminé el colegio empecé a trabajar a un nivel más profesional y en la agencia en la que estaba había actrices y modelos, y como mi imagen daba hice algunos trabajos como modelo también. Pero claramente mi vocación fue siempre ser actriz.
‑¿Cuál fue tu primer gran laburo?
‑A los 15 años me ocurrieron dos cosas: hice mi primera participación en “Floricienta” y, por otro lado, una obra de teatro en cooperativa que se llamaba “El ombligo de la luna” en la zona de Once. Me tenía que tomar dos colectivos, el tren y un subte para llegar, pero era la persona más feliz del mundo. Estaba en cuarto año y sentía que era Liza Minnelli
‑Hoy podés darle otro sentido al presente por todo el esfuerzo que hiciste…
‑Claramente esta es una carrera muy difícil. Entiendo que la gente que lo ve desde afuera por ahí piensa que es fácil, pero es sacrificada. Para el que busca perfeccionarse desde temprano, los estudios son costosos; muchas veces tenés que trabajar de lo que puedas para pagártelos.
‑¿Cómo manejás la fama?
‑Las veces que me he vinculado con la prensa fue siempre con muchísimo respeto y con el público, ni qué hablar. Me dicen cosas muy lindas, como “Qué linda que sos” o “Me quiero casar con vos”. Hasta me ponderan como actriz.
Diario Show
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