Emocionada por el fenómeno que vive en las tardes de Telefe, Virginia Lago habló con Television.com.ar y remarcó distintas situaciones que se dan gracias a su ciclo. La anécdota de los profesores que hablan con sus alumnos sobre las poesias que lee la presentadora entre otras cosas. Un diálogo mágico con la protagonista de uno de los éxitos del año.
¿Cuándo te lo propuso Tomás Yankelevich esperabas esta reacción de la gente?
Eso es difícil, porque uno siempre piensa que…La idea a mi me gustó, me encantó, al principio me sorprendió, no entendía muy bien la propuesta. Porque es la primera vez que hago un programa de estas características y lo pensé un rato, y por todo lo que me dijo Tomás me pareció buenísimo. Me parecía que era algo bueno que estábamos todos necesitando, unas tardes tranquilas. Con historias del corazón, como se llama el programa y con respeto, no violencia, con cariño, con tantas cosas que tiene el programa y bueno, pasó lo que pasó, la gente al poco tiempo ya nos acompañaba y estamos muy contentos.
¿Cómo tomás este "fenómeno”, más allá del buen rating que tenés?
Es bárbaro, es maravillosa la gente. Tenemos que agradecerlo, tenemos que estar agradecidos, es un ida y vuelta impresionante y lo que pasa con los chicos, con los grandes, con todo el mundo. Es muy particular, yo no me canso de agradecer que la vida, el destino, lo que sea ¡Y a Tomás Yankelevich, fundamentalmente! Que me haya puesto en este lugar, nos haya puesto, porque es un grupo de personas, uno no hace solo las cosas. Es un grupo muy lindo, somos bastantes, que queremos el programa y entre todos lo hacemos.
Sentís que tu figura como actriz ahora llega a un nuevo público.
No lo sé. Eso no sé decírtelo. Creo que mi persona llega a todo el público. No sé si la actriz. Los jóvenes no tienen la menor idea de quien soy yo, pero a partir de este programa tengo muchos adolescentes, muchos chicos, todos. Es impresionante, pero creo que es por lo que pasa con Historias del corazón.
¿Cuál sentís que es el "alma" del ciclo?
Yo creo que se apunta a una fibra muy intensa en la gente. De afecto, de respeto, me parece. Y además cada día incorporamos más cosas con poetas, con pensadores. Compartimos esas cosas con la gente, artistas de todo tipo, pintores y así siempre una cosita leemos. Muchos docentes me escriben. La producción elige los mails, porque llegan 50 mil mails. ¡No lo puedo creer! Y docentes de Avellaneda, de San Martín de los Andes, de todos lados me dicen que se reúnen con sus alumnos a conversar las cosas que pusimos, las cosas que yo digo, las películas que vieron. Y así una vez por semana tienen un momento en el que hablan del programa. A mí me parece extraordinario.
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