‑El programa ya lleva un buen tiempo al aire. ¿Esperabas está repercusión con “Operación Triunfo”?
‑La verdad es que al principio tenía mucha ansiedad porque es una etapa nueva en mi carrera. Desde que empecé en esta profesión hice diferentes tipos de programas como conductor, pero este sin lugar a dudas era la apuesta más fuerte de todas.
‑Cambió mucho el formato del ciclo. ¿También cambió la audiencia?
‑El público se encuentra con un formato que ya conoce, porque el programa ya transitó cuatro temporadas, pero en esta oportunidad tiene el plus de que las participantes son todas mujeres, con todo lo que eso genera. Otro punto positivo es que, en lugar de sacar un intérprete, se elige a toda una banda.
‑¿Te costó aceptar la propuesta de conducir algo distinto?
‑No. Ya venía hablando con Tomás Yankelevich sobre la posibilidad de conducir otro tiempo de formatos. Como él también me veía en otro tipo de programa, dijo que me iba a tener cuenta. Por suerte tenemos una muy buena relación. Ojo, al principio pensaba: “Me lo dice para dejarme contento o porque realmente me quiere”. Obviamente, cuando me llamó para “Operación Triunfo”, me sacó todo tipo de dudas.
‑En algún momento vacilaste o siempre estuviste seguro de que querías enfrentar este desafío.
‑Nunca me pesó la responsabilidad de hacer este programa. Te cuento algo: no quise ver las ediciones anteriores para sacar la forma de conducción. Antes, no te voy a decir que era un fanático, pero cada tanto lo veía como espectador, aunque sin prestar atención al tema de la conducción. ¿Sabés qué pasa? Si me ponía a repasar las otras temporadas, iba a tratar de hacer algo similar a lo que hacía Marley, por ejemplo, y eso no hubiera servido. Entonces preferí armar mi propio estilo y que saliera como tuviese que salir. Trato de que las cosas me surjan naturalmente y no estar en pose todo el tiempo.
‑¿Cuál es el punto clave del programa?
‑Tiene un poco de todo, obviamente con un foco principal, que es lo artístico y la formación de una banda. La idea es que el producto final sea tan bueno que pueda perdurar una vez concluido el ciclo, una de las cosas más complicadas para todos los que hacemos este tipo de programas.
‑¿Qué opinión tenés del jurado?
‑Es espectacular. Creo que el jurado mira a una chica y al segundo sabe si puede formar parte de una banda. A mí me pasaba que escuchaba a alguna y decía: “Qué bien canta”, pero al final ni siquiera quedaba preseleccionada. Cuando le preguntaba a los miembros del jurado, ellos me decían podía ser una excelente solista pero no estaba para integrar una banda. Son cosas que uno no ve y para eso está un jurado de expertos.
‑¿Qué significa este ciclo en tu trayectoria?
‑“Operación Triunfo” fue el salto más importante de mi carrera, no tengo dudas. Igual cada programa me dio algo. “Diario de medianoche” me brindó la posibilidad de llegar a un público desconocido para mí. Pude mostrar que se puede hacer algo distinto en un noticiero, y estoy feliz y orgulloso de eso. Pero “Operación Triunfo” me abre una puerta muy importante: la de la conducción de programas en el canal. Porque si te ponés a pensar los nombres de conductores de Telefe rápidamente decís Marley,Julián Weich, Mariano Peluffo, Leo Montero... y de repente en un lugarcito aparezco yo (risas). Pasar de un noticiero a conducir no es fácil, aunque a mí se me dio de una manera rápida, por así decirlo.
‑También tenés mucha repercusión en los adolescentes, sobre todo en las redes sociales. ¿Te sorprende?
‑Es increíble, pero mucho más loco es el hecho de que se acercaron por el noticiero, porque yo jamás hice algo para adolescentes. Parece mentira, pero a “Diario de medianoche” lo mira gente de todas las edades porque tranquilamente se puede mezclar la noticia con el entretenimiento. Se puede hacer un programa donde vos informás pero además, para que la gente no se vaya a dormir angustiada y con un nudo en la garganta, ofrecés algo que le dé cierta esperanza y humor. Las noticias drásticas y duras no las podemos cambiar y las tenemos que comunicar con toda seriedad, pero después, de a poco, tratamos de aflojar para que todos bajen las revoluciones y saquen una sonrisa.
‑¿Es difícil como conductor de un noticiero mantener el equilibrio a la hora de informar?
‑Siempre es difícil encontrar un equilibrio. Trato de tener un equilibrio en mi vida y también en lo que pienso políticamente. No me parece bien que haya que dividir diciendo: “Vos sos de un lado y vos, del otro” solo por dar una opinión. Creo que se puede discutir y pensar distinto pero sin violencia. Con motivo del 8N tuve un encuentro con alguna gente en Twitter. Lo que yo condené ese día fue la violencia, nada más. Después, la protesta fue masiva. Pero cuando vos planteás algo así te dicen: “Vos sos K” y, cuando opinás otra cosa, te señalan: “Vos sos antigobierno”. En fin, ya sabemos cómo son las redes sociales...
‑¿Sos de prestarles atención a las críticas?
‑La crítica sirve. Uno no se puede encerrar con la gente que te adula y te dice que está todo bien. Todos cometemos errores y de eso se puede aprender. Me gusta la crítica siempre y cuando sea respetuosa y constructiva, no cuando la hacen para cargarte esperando que te vaya mal.
‑¿Tus colegas del periodismo deportivo te cargaron cuando empezaste en “Operación Triunfo”?
‑No, por suerte no (risas). Si yo hubiera saltado drásticamente del periodismo deportivo a esto me hubiesen vuelto loco, pero por suerte ya venía haciendo otras cosas.
‑Vayamos a otro amor televisivo. ¿Cómo definirías a “Pura química”?
‑Se ha convertido en un programa que trasciende el cable y que supera a una señal. Por suerte es muy visto, ideal para toda la familia. Nos podemos dar el lujo de recibir a todo tipo de personajes que no suelen ir a los medios, y además de todos los canales. Eso es lo bueno que te permite hacer un canal de cable. Nos da gran placer.
Mucho se habló hace un tiempo de una crisis entre German y Sabrina Garciarena. Sin embargo, superaron la tormenta pasajera y nuevamente están en pareja y como si fuera poco ya están planificando a futuro. Pero por ahora parece que ambos priorizan su gran presente profesional.
-¿Cómo andamos del corazón?
-Bárbaro. Por suerte, estoy muy bien tanto en lo profesional como en lo personal. Sigo en pareja y muy contento.
-¿Pensás en algún momento conformar una familia?
-Obvio que me gustaría. Estoy muy contento con mi pareja y siempre pienso en casarme o formar una familia en un futuro. Pero no me obsesiona que se concrete ya. Venimos muy bien y las cosas se van a ir dando de a poco. Así como todo en mi vida se fue decantando, me parece que sucede lo mismo con la posibilidad de formar una familia. Así estamos tranquilos y esperando buenas noticias para el futuro.
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